Stefan Andrés Correa es un ecuatoriano-estadounidense de 42 años, miembro de la industria farmacéutica y envuelto en un escándalo de explotación sexual de menores de edad en Colombia. Su caso es uno de los tantos que se han dado a conocer en los últimos meses sobre este mismo delito. ¿Cómo sucedió y qué dicen las autoridades?
Momento en que miembros del Departamento de Justicia de Estados Unidos arrestan a Stefan Correa, ciudadano ecuatoriano-estadounidense acusado de explotación sexual a menos de edad. Foto: El Colombiano
El hombre viajaba a Medellín y Cartagena constantemente, alrededor de dos veces por mes. El año pasado viajó a Colombia 45 veces con un único interés: el de abusar de menores de edad.
Durante el proceso de captura se le incautaron nueve teléfonos celulares, con los cuales contactaba a los traficantes de menores y les comentaba sus "exigencias". Las víctimas eran niñas de entre 10 y 12 años, que, según palabras de Correa, debían "permitir cualquier cosa".
A cambio de los encuentros, el pederasta ofrecía 300.000 COP para la traficante y la misma suma para la víctima, a lo cual añadía un segundo pago de un iPhone, dependiendo de la situación.
Miembros del Departamento de Justicia de Estados Unidos detuvieron al sujeto el 19 de abril, cuando intentaba abordar un vuelo de Miami a Bogotá, Colombia. En los teléfonos que se le encontraron había videos de él teniendo relaciones sexuales con las víctimas, así como diversos chats con la persona traficante, quien contactaba a las menores.
Frente a estos hechos, las autoridades colombianas y el alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, afirman estar trabajando de la mano del Departamento de Justicia de Estados Unidos en acciones coordinadas para luchar contra los múltiples casos de explotación sexual que se han estado dando en el país y principalmente en la ciudad de Medellín.
Al respecto, plantea Federico Gutiérrez en X: "(...) A quienes les correspondió cuidar a nuestros niños y a nuestras niñas, no lo hicieron. Se sabía lo que estaba pasando. Era demasiado evidente. No hicieron nada al respecto. Fueron cómplices de esta barbarie. No solamente saquearon a Medellín; la dejaron destruida en lo físico, pero lo más grave sin lugar a dudas es que la destrucción social durante los últimos 4 años fue absoluta. Y lo más triste es que las mayores víctimas fueron nuestros niños y niñas. Nosotros estamos afrontando un problema que es real, que existe y que no vamos a negar jamás. Que no solo ocurre en Medellín, ocurre en el mundo entero. No vamos a descansar en esta lucha que apenas comienza".
Se espera que estas acciones en conjunto sigan rindiendo los frutos necesarios para acabar con un problema latente desde hace algunos años, pero que apenas se viene evidenciando por las recientes declaraciones de las víctimas y denuncias por parte de la ciudadanía.
Este caso no es aleatorio, ya que hace menos de un mes se conoció el caso de Timothy Allan Livingston, un estadounidense de 36 años capturado en flagrancia, cuando abusaba de dos menores de edad en el hotel Gotham, un hotel 5 estrellas ubicado en el barrio El Poblado, Medellín, que cerró sus puertas de manera voluntaria después de conocerse el caso y de las frecuentes denuncias.