Considerado como uno de los narcotraficantes más peligrosos del mundo, Pablo Escobar mantuvo en terror a su natal Colombia durante años. Para ello, contó con el apoyo de varios secuaces, entre los que resaltó Jhon Jairo Velásquez Vásquez, alias ‘Popeye’. Aunque siempre presumió de tener sangre fría con sus víctimas, unas reveladoras declaraciones muestran cómo era realmente
En una exclusiva entrevista al medio Infobae, Nicolás Escobar, sobrino del líder del cártel de Medellín, brindó polémicas declaraciones. En ella contó cómo llegó Velázquez a la organización y cuál era su verdadera labor una vez dentro.
Jhon Jairo Velásquez Vásquez, alias "Popeye", falleció de cáncer al esófago y fue la mano derecha de Pablo Escobar. Foto: Colprensa
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“Primero que todo hay que dejar claro que John Jairo fue el payaso siempre del cartel de Medellín, él era el que los hacía reír a ellos durante toda la noche, para eso fue que se lo llevaron y para eso fue que Pablo se lo llevaba para las diferentes caletas”, señaló Nicolás.
Según Escobar, ‘Popeye’ no desempeñó un papel tan influyente como él presumía, ya que no contaba un pasado criminal que lo respaldara. “Si querías trabajar para Pablo, tenías que tener cómo. Él fue simple y llanamente un conductor de una de las tantas novias que Pablo tuvo”, reveló.
Jhon Jairo Velásquez Vásquez, también conocido como ‘JJ’, confesó más de 300 asesinatos y la planificación de 3.000 crímenes. Por ello permaneció encarcelado hasta su muerte en el 6 de febrero de 2020, a causa de un cáncer de esófago en etapa terminal.
Cuando se habla de la vida que Pablo Escobar Gaviria llevó se mencionan los costosos lugares que lo rodeaban. En este sentido, Nicolás contó cómo era La Catedral, prisión construida por el mismo narcotraficante donde permaneció privado de su libertad bajo ostentosos lujos.
“Un hotel 10 estrellas a disposición. Las habitaciones tenían sus jacuzzis dependiendo de lo que le gustara a cada uno de ellos. Había alcohol, desde el que usted conocía hasta el que desconocía. Esos eran los lujos de cada día, tenías canchas de fútbol si querías jugar, llamabas a cualquiera de los tres equipos que se movían en ese entonces en Antioquia y cuadrabas partido”, recordó.