¿Por qué la ciudad natal de Messi volvió a ser el centro del narcotráfico y drogas en Argentina?

Rosario es una de las ciudades portuarias más importantes de Argentina. En ella, nació el destacado jugador Lionel Messi. Sin embargo, en las últimas semanas, ha sido escenario de varios actos de violencia y narcotráfico. Uno de estos fue el atentado a uno de los supermercados de la familia paterna de su esposa, Antonela Roccuzzo, y la nota de amenaza fue para el capitán de la selección argentina.

Lamentablemente, este fin de semana se conoció el caso de un joven de 12 años, quien fue la siguiente víctima. Máximo Jerez murió por un disparo en la cabeza en medio de un ataque de bandas criminales, en uno de los barrios más peligrosos de la ciudad. Uno de sus sueños era ser como Messi.

Frente a todo lo expuesto, el pasado martes 7, el presidente argentino, Alberto Fernández, anunció el envío de 1.400 policías a la zona. Varios expertos y autoridades saben que la crítica situación de Rosario tiene tiempo, pero ¿por qué continúa deteriorándose?

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Cifras altas de homicidios

De acuerdo con los últimos reportes compartidos por el medio La Nación, dentro de los últimos 14 meses, se ha registrado alrededor de 300 homicidios. Solo en los tres primeros meses de 2023, ha ocurrido 63 de estos crímenes.

"El mayor problema de Rosario es que tiene una tasa de homicidios cuatro veces mayor que el promedio nacional. Eso se debe, en gran medida, a una lucha entre bandas por el control del tráfico de drogas en la ciudad, lo cual no es algo nuevo, sino que ya viene de muchos años atrás", explicó el periodista de La Nación Germán de los Santos a la BBC Mundo.

El comunicador y escritor del libro “Los Monos” —nombre de una de las bandas de narcotráfico más resaltantes del país— explica el aumento de los homicidios: “Un detrimento en la estrategia de seguridad pública tanto del orden local como nacional”.

La ONU agrega que Argentina es el tercer país con más consumo de cocaína en Latinoamérica, seguido de Estados Unidos y Uruguay.

En segundo plano están quedando los puntos fuertes de la ciudad: primero, que era considerada como un potente polo industrial; y segundo, el lugar donde nació la bandera argentina.

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Jerez, víctima del microtráfico

En los últimos 30 años, crecieron más las bandas dedicadas al tráfico de drogas. "Hay más de 30 puertos en el área, lo que ha convertido a Rosario en una ciudad donde la droga puede circular ampliamente. Eso ha impulsado la pugna por el control del tráfico para la venta interna", agregó De los Santos.

Otra de las fuentes de violencia más frecuentes es el microtráfico que sucede en barrios como, por ejemplo, Los Pumitas, donde vivía y fue asesinado Jerez. Ese trágico día otros tres niños de dos años resultaron heridos.

Máximo Jerez era conocido en el barrio por su amor al fútbol y su deseo de ser campeón con su club para ganar una bicicleta. "Me lo arrebataron", expresó su padre, Julio Jerez, al canal de televisión TN Noticias.

Según las autoridades, los narcotraficantes de la banda Los Salteños fueron los responsables, por lo que los vecinos sabían quién fue el asesino del joven de 12 años. Este ya se encuentra detenido tras un complejo operativo. Su casa, centro donde guardaba las drogas, fue saqueada e incendiada.

"Esta no es la primera vez que esto ocurre en Rosario. Es una situación que se repite a menudo porque la gente, por la falta de presencia de las autoridades, se ha tenido que enfrentar ellos solos a los narcos (…) Y cuando van los medios y los policías, los narcos vuelven para buscar venganza. Por eso, la tasa de homicidios tan alta que tiene la ciudad", declaró el periodista.

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¿Soluciones?

Para muchos especialistas, la violencia en Rosario está lejos de acabar porque no hay control por parte de las autoridades y porque quienes participan no están realmente capacitados. Casos como el de Máximo Jerez y el de Messi y su familia solo son algunos de los constantes casos evidenciados. No obstante, ese no es el único problema.

El sistema judicial también presenta fallas; por eso, los criminales confiesan que estar en prisión es "hacerles un favor", como contó Valeria Haurigot, fiscal especializada de la Unidad de Balaceras en Rosario, a los medios locales.

Para la fiscal, el principal problema que tiene Rosario es que las autoridades "no controlan el territorio" donde operan los narcotraficantes. Se trata de una “batalla caótica”, como define el Ministerio Público de Acusación.

"Esto no va a cambiar si no se acepta el problema, si no se reconoce. Si no se asume, no voy a poder nunca pensar en una solución y esto tiene que hacerlo la política", resaltó Haurigot.

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Frente a ello, el ministro de Seguridad del Gobierno, Aníbal Fernández, aseguró que se ha comenzado a tomar las medidas necesarias para enfrentar la violencia. "No nos vamos a detener en acompañarlos para encontrar soluciones definitivas para un Rosario que merece ser vivido. A eso vinimos, a llegar al hueso si es necesario y cortar con todo lo que sea necesario, porque no nos vamos a detener ni un solo segundo", indicó.

Finalmente, Juan Mascardi, docente de la Universidad Abierta Interamericana, señaló que se debería aprovechar la amplia red social que Rosario construyó para resistir la crisis económica en 2001."Esa red está compuesta por la Iglesia, grupos sociales y centros comunitarios desde los cuales se puede crear un nuevo tejido social que impida el crecimiento y control de los grupos criminales en los barrios más vulnerables de la ciudad", puntualizó.