"La historia de Siria se está escribiendo con la sangre de sus ciudadanos", dijo el primer ministro británico, David Cameron. América, El presidente de EE.UU., Barack Obama , y el primer ministro británico, David Cameron , acordaron hoy aumentar las presiones para poner fin al sangriento conflicto civil en Siria, y reafirmaron su compromiso con el comercio y la seguridad global. Obama y Cameron ofrecieron una rueda de prensa en el Salón Este de la Casa Blanca tras un encuentro privado en el que repasaron un amplio abanico de asuntos, entre éstos la crisis en Siria, los preparativos para la cumbre del G-8 en Irlanda de Norte en junio, y las negociaciones para un acuerdo comercial transatlántico. Tanto Obama como Cameron instaron a Rusia a que se sume a los esfuerzos mundiales contra el régimen sirio, y expresaron su confianza en que la conferencia sobre Siria, a celebrarse en Ginebra en las próximas semanas, surta efecto. "La historia de Siria se está escribiendo con la sangre de sus ciudadanos", advirtió Cameron, al indicar que su país apoya flexibilizar el embargo de armas de la Unión Europea, y " duplicará la asistencia no letal a la oposición siria en el próximo año". Aunque reconoció que existen "persistentes recelos entre Rusia y otros miembros del G-8 u Occidente", Obama dijo, por su parte, que Moscú "tiene la obligación" de ayudar a que el presidente sirio, Bashar al Assad, abandone el poder. (EFE)