La polémica ley SB1070 de Arizona está provocando un aumento de los casos de depresión y estrés en la población inmigrante, sean o no indocumentados, según coinciden varios expertos de salud. "Desde el punto de vista de la salud, esta ley está afectando por igual a todas las personas, tengan documentos migratorios o no, sean residentes legales o sean ciudadanos, por su sentido anti- inmigrante y anti-mexicano", dijo a Efe, Cecilia Rosales, representante de la Comisión de Salud Fronteriza Estados Unidos-México. Rosales destacó que la ley SB1070 ha polarizado la comunidad hispana en Arizona, causando un efecto personal en la salud del individuo como el estrés y la depresión, particularmente, entre aquellos que no cuentan con un estatus migratorio y temen ser detenidos y deportados. "El estrés es algo tremendo, causa cambios fisiológicos en el cuerpo humano, es ese mismo miedo que se siente como si alguien te estuviera apuntando con una pistola y tu cuerpo se prepara para correr o defenderse", dijo la doctora. La experta calificó la ley SB1070 como una fuente de estrés diario, cotidiano que no sólo afecta a la persona que no tiene "papeles" sino también a sus familias. Plan familiar Rosales indicó que estas familias tienen que tener un plan para poder reaccionar en caso de que sean detenidos y entregados a inmigración. "Tienen que vivir diariamente con la incertidumbre de salir a trabajar y no saber si regresaran", advirtió. Mayor atención de México La ley SB1070 es la primera ley estatal en los Estados Unidos que criminaliza la presencia de inmigrantes indocumentados y obliga a los departamentos policiales a verificar el estatus migratorio de las personas que "sospechen" se encuentran de manera ilegal en EEUU, entre otras cosas. Rosales dijo que si algo positivo ha salido de la aprobación de la ley estatal SB1070 es comprobar una mayor atención por parte del gobierno mexicano por los efectos que las regulaciones en Arizona tienen en las comunidades de ambos lados de la frontera.