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Bukele sobre tragedia en estadio de El Salvador: "Los culpables no quedarán en la impunidad"

De momento, se registran 12 civiles muertos por una estampida en el Estadio Cuscatlán.

larepublica.pe
El Departamento de Justicia de Estados Unidos acusó a Bukele de presuntos pactos con pandillas para beneficios carcelarios. Foto: composición Fabrizio Oviedo/AFP/EFE | Foto: composición Fabrizio Oviedo/AFP/EFE

El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, comunicó que la Policía Nacional Civil y la Fiscalía General "realizarán una investigación exhaustiva de los hechos ocurridos en el Estadio Cuscatlán". La noche del último 20 de mayo, al menos 12 salvadoreños murieron y otros 500 fueron heridos tras una estampida en el clásico entre Alianza vs. FAS. El desenfrenado jefe de Estado pidió indagar a todos los implicados ("equipos, directivos, estadio, boletería, liga, federación, etc") para evitar la "impunidad" de los eventuales culpables.

Información preliminar supone que una avalancha de fanáticos forzó su ingreso cuando las puertas de acceso se cerraron. El descontrol ocurrido por la presión y el poco espacio para tamaña sobrepoblación habría ahogado la humanidad de 7 hombres y 2 mujeres, informó el portavoz de Comandos de Salvamento, Carlos Fuentes. Otros dos habrían fenecido en centros médicos.

En la desesperación, registros fílmicos capturan el momento de las impetuosas corridas hasta el campo de juego para oxigenarse. Más de 20 ambulancias trataron de auxiliar a las cinco centenas de afectados. El hospital más próximo al Estadio Cuscatlán, el nosocomio Zacamil, también colapsó, según el citado Carlos Fuentes.

Como respuesta institucional, la Federación Salvadoreña de Fútbol (FESFUT) suspendió todos los encuentros programados para este domingo 21 de mayo. La Comisión de Seguridad de Escenarios Deportivos se reunirá con la FESFUT a las 11.00 a. m. de hoy.

Para los memoriosos del balompié, la tragedia recuerda al fallecimiento de 71 hinchas de Boca Juniors en la puerta 12 del estadio de River Plate, el 23 de junio de 1968. La diferencia con el actual deceso —todavía impreciso en cifras de fatalidad— es que la más de media centena de argentinos muertos ocurrió a la salida del partido. El portón estuvo cerrado y varios de los molinetes, parte del control de ingreso, seguían en la zona de desplazamiento.

Con información de EFE y AFP.