España. El presidente del gobierno anunció que no irá a la segunda reelección. José Luis Rodríguez Zapatero representó la renovación del socialismo español y le tocó asumir la peor crisis económica en lo que va del siglo XXI. María Luisa González. Madrid. EFE El escritor Juan José Millás escribe hoy en el diario El País que Zapatero entró en la política española “como un enigma y se va como un enigma”, y recuerda que alguien muy próximo al líder socialista le comentó que consideraba que “a fondo, no lo conoce ni Sonsoles (su esposa)”. Su llegada a la dirección del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) en el 2000 fue una sorpresa incluso para muchos de los dirigentes del partido. Ese año se impuso en unas elecciones internas a José Bono, actual presidente del Congreso de los Diputados y uno de los pesos pesados del partido, con una amplia trayectoria como dirigente regional de Castilla-La Mancha y al que luego hizo ministro de Defensa. Su llegada al frente del Ejecutivo español tras vencer en las elecciones del 14 de marzo de 2004 fue también una sorpresa, ya que las encuestas vaticinaban la victoria del entonces gubernamental Partido Popular (PP). Esa victoria de Zapatero estuvo precedida de tres días de conmoción en España por los atentados islamistas del 11 de marzo contra cuatro trenes de cercanías de Madrid, que causaron la muerte de 191 personas. Llegaba a la presidencia del Gobierno de España con 43 años y experiencia política como diputado, aunque sin haber desempeñado cargos de relevancia y lo primero que hizo fue retirar las tropas españolas de Irak. La paridad en el Gobierno fue el preludio de una serie de medidas de amplia repercusión social adoptadas por su Ejecutivo en la primera legislatura, como la aprobación de la Ley de Igualdad de Género o la que permite el matrimonio entre personas del mismo sexo. Esta última, unida a la supresión de la asignatura de religión como materia evaluable de enseñanza obligatoria, le enfrentó a la jerarquía de la Iglesia católica, con la que ha mantenido unas tensas relaciones. La crisis, traducida en recesión y una enorme destrucción de empleo (4,5 millones de desempleados, el 20 % de la población activa), está marcando el segundo mandato de Zapatero, que el 7 de abril de 2009 remodeló el Gobierno con un cambio trascendental al poner al frente de Economía y Hacienda a Elena Salgado en lugar del veterano Pedro Solbes. Luego vinieron una serie de medidas anticrisis muy impopulares en las que el líder socialista se vio obligado a suprimir algunas de sus medidas estrella, a rebajar los salarios de los empleados públicos y a aprobar una polémica reforma laboral, que le supuso una convocatoria de huelga general, en setiembre de 2010. Nacido en Valladolid el 4 de agosto de 1960, pasó la mayor parte de su vida en la vecina León, donde estudió Derecho y conoció a su esposa, Sonsoles Espinosa. Fue profesor de Derecho Constitucional en la Universidad de León y se afilió al PSOE en 1979, con 19 años, y en 1986 se convirtió en el diputado español más joven. Padre de dos chicas, Laura y Alba, guarda con celo su vida privada. Los critican por “débil” y por la crisis económica Sus críticos, con el Partido Popular a la cabeza, lo acusan de ser un jefe del Gobierno débil, de haber malgastado el tiempo al negar la crisis económica en sus comienzos y, por tanto, no haber tomado medidas tempranas para frenar sus efectos. También le culpan de lo que consideran un debilitamiento de la vertebración del Estado español con una postura laxa frente a los nacionalistas, y de haber negociado con la organización terrorista ETA en 2006 en un frustrado proceso que acabó con un atentado. Le reprochan asimismo algunas de sus decisiones en política exterior, como la precipitada retirada de las tropas españolas de Irak, nada más ganar las elecciones de 2004, y las relaciones con la Cuba de los hermanos Castro o la Venezuela de Hugo Chávez. En sus victorias del 2004 y del 2008 Rodríguez Zapatero le ganó al conservador Mariano Rajoy.