El presidente de Francia, Emmanuel Macron, vivió un tenso encuentro con los residentes de Mayotte, quienes expresaron su frustración tras la devastación causada por el ciclón Chido. En medio de la crisis, Macron aseguró que la situación sería mucho peor si no fuera parte de Francia.
Durante su visita al archipiélago, Macron constató la magnitud del desastre, el cual ha sido calificado como el más devastador en 90 años. A pesar de sus intentos de consolar a los afectados, la desesperación de los mahorais fue palpable, reflejando un profundo sentimiento de abandono por parte del gobierno francés.
Emmanuel Macron, luego de arribar al archipiélago de Mayotte, devastado el pasado fin de semana por el ciclón Chido. Durante su visita a la zona arrasada, debió enfrentar la angustia y exasperación de los mahorais, residentes de las islas, asegurando que si aquello no fuera Francia, estarían “10.000 veces peor“.
El ciclón Chido ha dejado un saldo provisional de 31 muertos y alrededor de 2.500 heridos, según cifras oficiales. Macron reconoció que es probable que el número de víctimas aumente, y se ha lanzado una misión para verificar la situación. El presidente también anunció que se han realizado evacuaciones médicas desde el 16 de diciembre, en un intento por atender a los más afectados.
Durante su visita, Macron enfrentó una serie de gritos y reclamos de los residentes, quienes le exigieron respuestas. “¡Macron, dimite!”, “estás diciendo tonterías”, fueron algunas de las frases que resonaron en el ambiente. En un momento de frustración, el presidente respondió: “¡No soy yo el ciclón! ¡No soy responsable!”, intentando desviar la atención de la crisis hacia la necesidad de unidad entre los ciudadanos.
"¡Siete días y no consigues dar agua a la población!", gritó un hombre a Macron, que se había acercado a hablar con los ciudadanos. "No pongáis a la gente unos contra otros. Si lo hacéis, estamos jodidos", dijo Macron a la multitud en el barrio de Pamandzi el jueves por la noche.
Macron prometió que el Estado francés brindará todo el apoyo necesario para la reconstrucción de Mayotte, comparando la situación con la reconstrucción de Notre Dame. Además, anunció la llegada de 1.200 miembros de las fuerzas de seguridad desde Francia metropolitana para prevenir saqueos y garantizar la seguridad en la isla.
El presidente también destacó que no se harían distinciones en la distribución de la ayuda, a pesar de que cerca de la mitad de los 320.000 habitantes de Mayotte son inmigrantes irregulares. Esta decisión busca asegurar que todos los afectados reciban la asistencia necesaria en un momento crítico.
El ciclón Chido no solo afectó a Mayotte, sino que también dejó un saldo trágico en Mozambique, donde se reportaron al menos 73 muertes. La magnitud de la tragedia ha llevado a la comunidad internacional a prestar atención a la situación en el Océano Índico, donde las condiciones climáticas extremas continúan afectando a miles de personas.
Con la llegada de las fuerzas de seguridad y el compromiso del gobierno francés, se espera que la situación en Mayotte comience a estabilizarse, aunque la recuperación total tomará tiempo y esfuerzo conjunto.