La influencia de China en América Latina sigue creciendo con proyectos de infraestructura de gran escala. Tras la inauguración del megapuerto de Chancay, Nicaragua será el escenario de un puerto chino, liderado por CAMC Engineering, filial de China National Machinery Industry Corp. Este proyecto busca ser una alternativa al congestionado Canal de Panamá y ofrecer una nueva conexión marítima entre el Atlántico y el Pacífico.
Anunciado durante la XVII Cumbre Empresarial China-América Latina y el Caribe, este puerto forma parte de los acuerdos firmados entre el presidente Daniel Ortega y representantes chinos. Ortega afirmó que el canal interoceánico de Nicaragua “es una necesidad” ante las limitaciones hídricas del Canal de Panamá y aseguró que “los estudios para esta alternativa han estado en desarrollo durante mucho tiempo”.
El proyecto del megapuerto chino en Nicaragua iniciará en el Puerto de Bluefields, en la costa atlántica, y se conectará con el Puerto Corinto, en el Pacífico, a lo largo de 445 kilómetros. Este plan contempla una ruta que atraviesa el lago Xolotlán y evita el Gran Lago Cocibolca, una propuesta anterior que fue cuestionada por su impacto ambiental.
Según Ortega, esta infraestructura tendrá un canal con un ancho de hasta 540 metros y una profundidad de 27 metros, suficiente para permitir el tránsito de embarcaciones de gran calado. Además, incluye la construcción de esclusas y un lago artificial llamado "El Escondido", diseñado para mejorar la eficiencia del tránsito marítimo.
El megapuerto busca no solo fortalecer el comercio marítimo en América Latina, sino también posicionar a Nicaragua como un eje estratégico en la región, compitiendo con otros proyectos como el puerto de Chancay en Perú, igualmente impulsado por inversiones chinas.
El megapuerto de Bluefields es solo uno de los siete proyectos que China acordó con Nicaragua durante la XVII Cumbre Empresarial. Entre estos destacan:
Estas iniciativas reflejan la creciente influencia de China en Nicaragua, un país que ha fortalecido sus relaciones diplomáticas con Pekín desde 2021. Según Laureano Ortega Murillo, asesor presidencial, estos acuerdos “impulsarán el desarrollo, crearán empleos y contribuirán a erradicar la pobreza en el país”.