El Parlamento austriaco eligió el jueves por primera vez como presidente a una figura de extrema derecha, ante lo que la comunidad judía expresó su indignación, pues se ungió a un hombre que "rinde homenaje a los criminales nazis".
Walter Rosenkranz, de 62 años, recibió 100 votos de 162, anunció el presidente saliente del hemiciclo Wolfgang Sobotka tras la votación en Viena.
Esta elección se da tras la victoria histórica del Partido Austriaco de la Libertad (FPÖ) en las legislativas de fines de septiembre.
Rosenkranz fue elegido por voto secreto gracias a los respaldos de su partido y de los conservadores del ÖVP.
En un país donde la extrema derecha ya no es tabú, el canciller saliente Karl Nehammer justificó esta votación por el "uso" y la "tradición", que da ese puesto al vencedor de las elecciones.
Pero otros diputados dijeron que escucharon su "conciencia" por su "antifascismo inquebrantable" y votaron contra un "eurófobo" proveniente de un partido "cada vez más cercano a los identitarios".
Ante quienes piensan que su elección "pone en peligro el futuro de los judíos de Austria", Walter Rosenkranz denunció desde su posesión las "mentiras" y prometió que "lo que se ha hecho en esta Asamblea para luchar contra el antisemitismo continuará".
Este abogado penalista, ex candidato a la presidencia, pertenece desde 1981 al grupo de extrema derecha (Burschenschaft), "Libertas", que introdujo el parágrafo ario desde 1878, prohibiendo la integración de los judíos.
Durante la Segunda guerra mundial, muchos Burschenschafter participaron en la máquina nazi de exterminio cuando Austria se encontraba anexada por Adolf Hitler.
El FPÖ recluta a sus cuadros en cofradías masculinas, cerradas y jerarquizadas donde los estudiantes se relacionan de por vida, practican el duelo iniciático con espada y adquieren influencia entre las élites.
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