La construcción de proyectos ferroviarios es clave para mejorar la conectividad internacional, impulsando el flujo de productos y recursos de manera más rápida y económica en comparación con el transporte marítimo. Este tipo de infraestructura ferroviaria facilita el acceso a mercados internacionales estratégicos, como los de Asia y Europa, lo que contribuye al crecimiento del comercio global y la competitividad de los países involucrados.
Los proyectos ferroviarios, como el corredor ferroviario transpacífico o el impulso del tren bioceánico, juegan un papel esencial en la integración económica de regiones clave y en la reducción de costos logísticos. Con la creciente demanda de soluciones de transporte más sostenibles, los trenes de alta velocidad y los corredores de carga se posicionan como alternativas eficientes y ecológicas frente al transporte marítimo, lo que genera nuevas oportunidades para el desarrollo económico y comercial.
Este proyecto supone una unión histórica de dos países sudamericanos. Foto: Mar del Plata
El Ferrocarril Trasandino del Sur es un ambicioso proyecto binacional que busca conectar los puertos de Bahía Blanca en Argentina con Talcahuano en Chile, atravesando la cordillera de los Andes. Su principal objetivo es facilitar el transporte de mercancías entre los océanos Atlántico y Pacífico, lo que permitiría a ambos países aprovechar mejor sus rutas comerciales internacionales y fortalecer su competitividad global.
Este proyecto ferroviario tiene una longitud de más de 1.200 kilómetros, de los cuales gran parte ya está en funcionamiento en los tramos de Argentina. Sin embargo, la construcción del túnel que cruzaría los Andes y conectaría con la red ferroviaria chilena sigue pendiente. El proyecto ha estado en discusión durante décadas, pero ha ganado interés en los últimos años, debido a su potencial para reducir los costos logísticos, especialmente para la industria energética y agrícola, como el yacimiento de Vaca Muerta en Argentina.
El posible recorrido del ferrocarril trasandino. Foto: Cronista
A 40 años de la firma del Tratado de Paz y Amistad entre Argentina y Chile, que en 1984 resolvió el conflicto territorial por el Canal de Beagle, ambos países están centrados en fortalecer sus lazos económicos. Hoy, la mejora de la logística binacional se ha convertido en una prioridad para potenciar el comercio y las inversiones. Iniciativas como el Ferrocarril Trasandino del Sur y los corredores bioceánicos son ejemplos de cómo buscan integrar sus infraestructuras de transporte, facilitando el acceso a mercados globales y optimizando los costos de logística.
El Tratado de Paz y Amistad no solo puso fin a un largo conflicto, sino que abrió la puerta a una cooperación más estrecha entre los dos países, permitiendo que se desarrollen proyectos estratégicos que mejoren la competitividad económica de ambas naciones.
El Ferrocarril Trasandino del Sur continúa en la búsqueda de financiamiento, aunque ha despertado el interés de empresarios chinos. Aunque ya existe un crédito extendido de China, que podría ampliarse, los responsables del proyecto siguen explorando vías adicionales de inversión para asegurar su ejecución completa.
José María Cisternas, titular de la Cámara Argentina de Servicios, explicó que China ha dispuesto un crédito extendido de aproximadamente 780 millones de dólares para ejecutar la obra del Ferrocarril Trasandino del Sur. Este crédito, firmado hace varios años durante el gobierno de Néstor Kirchner, aún podría ampliarse si fuera necesario para completar el proyecto. La financiación china se considera clave para avanzar en la construcción de esta infraestructura, que busca mejorar las conexiones logísticas entre Argentina y Chile, facilitando el comercio internacional y la exportación de productos energéticos y agrícolas.