Escriben: Janina Schenker y Roberto Barreto
Durante los últimos días, se anunciaron a los ganadores de 6 categorías de Premios Nobel en su edición 2024. Este año se tiene a 11 personas (10 hombres y una mujer) y a una institución elegidas para recibir el máximo reconocimiento a nivel mundial por haber hecho valiosos aportes a la humanidad en el campo científico, literario y social. A continuación, la lista de los ganadores y por qué han inmortalizado sus nombres.
Micro-ARN para combatir el cáncer
El Premio Nobel de Medicina se le otorgó a los estadounidenses Victor Ambros y Gary Ruvkun por el descubrimiento del micro-ARN, un principio que regula la actividad de los genes. “Los micro-ARN están demostrando ser fundamentalmente importantes para el desarrollo y el funcionamiento de los organismos”, explica la organización.
Ambros y Ruvkun identificaron pequeñas moléculas de ARN que regulan genes específicos. Su hallazgo demostró que estas moléculas, conocidas como micro-ARN, son fundamentales para el desarrollo y la función de los organismos.
El genoma humano codifica más de mil micro-ARN, cada uno de los cuales es capaz de regular varios genes. Este mecanismo ha funcionado durante millones de años, y permitió la evolución de organismos complejos. Las alteraciones en esta regulación se han asociado con males como el cáncer, por lo que el estudio es valioso para conocer más de esta enfermedad.
Los peligros de la IA desde la física
Geoffrey Hinton y John Hopfield recibieron el Premio Nobel de Física por sus descubrimientos en el aprendizaje automático, que allanaron el camino para la inteligencia artificial.
Hinton (británico-canadiense) se graduó en Psicología e investigó redes neuronales. Asimismo, en 2012, vendió su empresa emergente a Google, donde trabajó como vicepresidente.
Saltó a los titulares al dejar la compañía en abril del 2023, cuando advirtió sobre los peligros de la tecnología. “La IA es fantástica en la atención sanitaria, pero debemos preocuparnos por las consecuencias negativas, especialmente por el riesgo de que se nos vaya de las manos”, comentó el científico. Hinton lamentó algunas de sus investigaciones, pero afirmó: “Lo volvería a hacer en las mismas circunstancias”.
A su turno, el estadounidense John Hopfield, a lo largo de su carrera, se dedicó a la física del estado sólido, la transferencia de electrones en biomoléculas y la física de redes neuronales. Desarrolló una memoria asociativa para almacenar y reconstruir imágenes.
En marzo del 2023, firmó una carta abierta titulada ‘Pausa a los experimentos gigantes de IA’, en la que pidió una interrupción en el entrenamiento de sistemas de IA potentes como el GPT-4. Tras recibir el Premio Nobel de Física en 2024, el científico, de 91 años, expresó su desconcierto por los avances en IA y comentó: “Como físico, estoy muy desconcertado por algo que no tiene control”.
La vida no puede existir sin proteínas
El Premio Nobel de Química está dedicado a las proteínas y tres científicos fueron galardonados por ello: David Baker recibió la mitad del premio por el diseño computacional de proteínas, mientras que Demis Hassabis y John M. Jumper comparten la otra mitad por la predicción de la estructura de las proteínas. “Que ahora podamos predecir estructuras proteicas y diseñar nuestras propias proteínas supone el mayor beneficio para la humanidad”, escribe el Comité del Nobel.
David Baker, estadounidense y graduado por Harvard, es reconocido por sus métodos computacionales para predecir y diseñar estructuras de proteínas, las cuales están compuestas por 20 aminoácidos diferentes, considerados los bloques de construcción de la vida.
En 2003, logró diseñar una nueva proteína única utilizando estos bloques. Desde entonces, su grupo de investigación ha creado diversas proteínas innovadoras, incluidas aquellas para fármacos, vacunas, nanomateriales y pequeños sensores.
Vale decir que, hace cuatro años, Demis Hassabis y John M. Jumper presentaron el modelo de IA AlphaFold2, que ha permitido predecir la estructura de casi todas las 200 millones de proteínas identificadas. Desde su descubrimiento, AlphaFold2 ha sido empleado por más de dos millones de personas en 190 países, y ha ayudado a comprender mejor la resistencia a los antibióticos y a crear imágenes de enzimas que descomponen el plástico.
El último premio en anunciarse fue el de economía. Foto: composición de Jazmín Ceras/La República/Nobel Prize
Prosa poética histórica desde Corea del Sur
La escritora y poeta Han Kang, de 53, fue sorprendida con la noticia de recibir el Nobel de Literatura. La distinción la convierte en la primera mujer asiática en recibirlo y la más joven de los galardonados en los últimos 37 años.
La Academia Sueca resaltó su “intensa prosa poética que afronta traumas históricos y expone la fragilidad de la vida humana”. Entre sus obras más destacadas figuran La vegetariana, La clase de griego y Actos humanos, todas traducidas al castellano. En la tercera trata sobre el estallido social vivido en su país en los 80, cuando fallecieron 165 manifestantes y 21 policías tras las protestas contra el Gobierno. En esa línea, Han Kang narra el sufrimiento de las familias que asistían a la morgue a reconocer a sus parientes y el dolor en conjunto de los supervivientes, reseña El Mundo.
Han Kang, por su lado, sugiere a los lectores que deseen conocer su obra que comiencen con su última publicación (Imposible decir adiós), la cual está conectada con Actos humanos.
La organización que pide no olvidar las consecuencias de la guerra
Este 2024, el Comité Nobel noruego (encargado de otorgar el Nobel de la Paz) determinó que era el turno de reconocer las labores de la organización japonesa Nihon Hidankyo “por sus esfuerzos por lograr un mundo libre de armas nucleares y por demostrar mediante testimonios de testigos que las armas nucleares no deben volver a utilizarse nunca más”.
Dicho colectivo está conformado por supervivientes (conocidos como los hibakusha) del lanzamiento de las bombas atómicas en las ciudades de Hiroshima y Nagasaki (Japón) en agosto de 1945, las cuales ocasionaron la muerte de al menos 120.000 personas según registros oficiales, y el término de la Segunda Guerra Mundial.
Por décadas, los integrantes de Nihon Hidankyo, constituida en 1956, sufrieron discriminación, debido a que otros ciudadanos pensaban que al haber estado expuestos a la radiación, podían contagiarlos. Pese a ello, la institución de manera infatigable ha promovido la no utilización de armas nucleares en conflictos y ha velado por los derechos de los 650.000 sobrevivientes.
La importancia de la institucionalidad para reducir la desigualdad
El Premio Nobel de Economía fue obtenido por los economistas Daron Acemoglu, Simon Johnson y James A. Robinson “por sus estudios sobre cómo se forman las instituciones y cómo afectan a la prosperidad”.
Por medio de sus investigaciones los galardonados han descubierto que existe una relación directa entre el progreso o estancamiento de un país —que en su momento fue colonizado— y las herencias institucionales (políticas y económicas) que le dejó la nación dominante. Es decir, sus estudios se preguntan “por qué algunos países son ricos y otros pobres”.
“A menudo se introdujeron instituciones inclusivas en países que eran pobres cuando fueron colonizados, lo que con el tiempo dio lugar a una población generalmente próspera. Esta es una razón importante de por qué las antiguas colonias que una vez fueron ricas ahora son pobres, y viceversa”, explica la organización en una nota de prensa.
A su vez, el estudio de los especialistas clasifica las políticas de los países en dos: extractiva (excluyente) e inclusiva, en la que hay apertura para la participación ciudadana. En esa línea, concluyen que las extractivas no generan crecimiento, a diferencia de las inclusivas. ❖