Los británicos llevan 60 años esperando este momento. El sábado en Barcelona comienza el enfrentamiento final por ver quién se lleva la 37ª edición de la Copa América entre el defensor del título, el Team New Zealand, y el Ineos Britannia, comandado por la leyenda Ben Ainslie.
A pesar de que en regatas anteriores los hombres de Ainslie, cuádruple campeón olímpico, tuvieron malos resultados y fueron criticados por la escasa fiabilidad de su barco, los británicos consiguieron sobreponerse a las adversidades y alcanzar la final.
"Es un momento de mucho orgullo para nosotros como británicos, tenemos una herencia marítima y deportiva muy valiosa y la Copa América es el único trofeo que falta en nuestras vitrinas", afirmó en rueda de prensa Ben Ainslie este viernes.
"Llevamos diez años con una misión en la cabeza, meternos en la final y qué gran oportunidad tenemos. Lo vamos a dar todo", añadió.
Para los dos equipos hay tanto en juego como los altísimos mástiles de los AC75 de esta 37ª edición (26,5 m). Si los Kiwis ganan se convertirán en el primer país en lograr el trofeo tres veces consecutivas desde Estados Unidos.
"Creo que el misterio de la Copa América es que realmente no sabes lo que va a pasar hasta que te alineas y haces la primera salida, pero estamos muy contentos con el equipo que tenemos", señaló el patrón del equipo de Nueva Zelanda Peter Burling.
Desde el otro lado del Canal de la Mancha se sueña con ganar la Copa desde la primera edición, en 1851, cuando el Royal Yacht Squadron británico fue derrotado por el Yacht Club estadounidense, quien aprovechó la ocasión para ponerle nombre a la competición.
Del 12 al 27 de octubre se disputará la final que la ganará el primero que consiga siete victorias -máximo 13 regatas-. En el litoral de Barcelona el espectáculo promete ser increíble en una batalla entre dos equipos con perfiles totalmente distintos.
Los británicos no disputan una final desde 1964, pero los cambios que han hecho en la últimos años en el Ineos tuvieron resultados.
El equipo decidió implantarse en Brackley, sede de Mercedes, para aprovechar las herramientas, los ingenieros y la experiencia de uno de los principales constructores de Fórmula 1.
Esta controvertida decisión dentro de la historia de la Copa América les llevó a progresar de regata en regata y ser los más rápidos en varios desafíos, incluso con condiciones complicadas.
En el lado opuesto se encuentran los neozelandeses, que son "la referencia" en materia de continuidad en la última década.
"Es una máquina de ganar, tienen el barco de referencia, el presupuesto, gente que sabe diseñar, desarrollar y navegar...todo en su proyecto es perfecto", resumió al comienzo de la competición Bruno Dubois, co-director del desafío francés.
El jefe de los neozelandeses, Grant Dalton, a los mandos desde 2003, y sus ingenieros exhiben impresionantes currículums.
Al timón de su AC75 está Peter Burling, el ganador más joven de una Copa América: lo hizo con 26 años en 2017 y aspira al triplete.
Clasificados para esta competición de forma automática, la embarcación neozelandesa participó en las primeras regatas de la Louis-Vuitton para conocer las condiciones del mar en Barcelona.
Sin grandes sorpresas, se impusieron fácilmente en 8 de los 10 enfrentamientos, pero están igualados 1-1 en la confrontación directa con los británicos. La final no la tienen ganada de antemano...