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Una noche de pesadilla, al raso, para los desplazados del sur de Beirut

Los ataques, que se produjeron tras un aviso israelí, causaron desasosiego entre los desplazados, muchos de los cuales se encontraban desorientados al amanecer en las calles de la capital libanesa.

larepublica.pe
La República

Familias enteras que tuvieron que evacuar sus casas en plena noche durmieron al raso en las calles de Beirut, que amaneció aturdida este sábado tras una noche de incesantes bombardeos israelíes en el suburbio del sur, bastión de Hezbolá.

Al alba, la capital libanesa parece inusualmente tranquila. Los ataques, que duraron toda la noche, pararon con los primeros rayos del día.

En la periferia sur, de la que se fue gran parte de sus habitantes, varios edificios siguen en llamas y el cielo está cubierto de espesas volutas de humo, observa un fotógrafo de AFP.

A unos cuantos kilómetros, en Beirut, algunas personas, desplazadas y desorientadas, arrastran sacos o hatillos, preguntándose adónde ir.

Huyeron de sus hogares, casi con lo puesto, después de que Israel advirtiera el viernes por la noche que bombardearía varios barrios del suburbio sur de la capital.

Cientos de familias pasaron la noche al raso, en las calles del centro de la ciudad o en el paseo marítimo.

Corresponsales de AFP vieron que familias enteras pasaron toda la noche en el suelo.

"Nos pidieron que dejáramos nuestra casa durante la noche", cuenta este sábado temprano Rihab Nassif, una vecina de un barrio de la periferia sur y oriunda del sur de Líbano, antes de romper a llorar.

"Mi vecina y yo bajamos y empezamos a caminar" hacia Beirut, agrega. Según dice, en cuanto llegaron "cerca del aeropuerto, los bombardeos empezaron".

"No sabíamos adónde ir, pensamos esperar a que saliera el sol para decidir qué hacer", explica.

- "Noche muy dura" -

Hawraa el Husseini, de 21 años, pasó la noche en el centro de la ciudad con su padre, su hermano y su hermana. "Fue una noche muy dura, los misiles caían por encima de nosotros, no olvidaré nunca los gritos de los niños", cuenta la joven, que ahora tiene "miedo de volver" a su casa. "Ya no sé qué hacer", comenta, harta.

Unos metros más allá, Hala Ezzedine, que perdió su casa durante la mortífera guerra de 2006 entre Israel y Hezbolá, exclama: "¿Cuál es nuestro error? ¿Qué hemos hecho mal?".

"No tenemos porqué vivir lo que ha pasado en Gaza y sufrirlo", agrega la mujer de 55 años, costurera.

Todavía se desconoce el balance humano y la magnitud de los daños causados por los bombardeos nocturnos, los más violentos desde 2006.

La cadena de televisión Al Manar, afiliada a Hezbolá, retransmitió el sábado por la mañana videos en los que aparecían varios edificios destrozados.

El ejército israelí afirmó que apuntaba contra inmuebles residenciales que albergan, sostiene, depósitos de armas de Hezbolá, algo que el movimiento proiraní niega.

Un poco antes, Israel había anunciado el bombardeo, en ese sector, del "cuartel general" de Hezbolá.

El Ministerio de Salud libanés dio cuenta de un balance provisional de seis muertos y 91 heridos, e indicó que podría agravarse. También informó que evacuó a los pacientes de los hospitales de la periferia sur a otros establecimientos "no afectados por la agresión israelí".

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