Cientos de dominicanos protestaron este viernes a las afueras del Palacio Nacional en Santo Domingo para pedir al gobierno de Luis Abinader que tome acciones para frenar la "migración ilegal" de haitianos que, aseguran, ha crecido en los últimos años.
"¡No a la invasión de haitianos!", "República Dominicana para los dominicanos", "¡Fuera la ONU, fuera los haitianos!", se leía en varias de las pancartas que formaban parte de la protesta convocada por la Antigua Orden Dominicana, un movimiento que históricamente ha mostrado rechazo a los haitianos y que asegura defender la patria.
Están "en representación del pueblo dominicano convocando para que el presidente tome acción en la situación que vivimos de la masiva migración ilegal, de que se cumplan las leyes porque nuestro país no aguanta un ilegal más", dijo el presidente de la organización, Angelo Velásquez.
República Dominicana y Haití comparten la isla La Española y tienen una historia conflictiva. En 1822, Haití colonizó Santo Domingo, que recuperó su independencia en 1844.
Tras el devastador terremoto de 2010 en Haití, el empeoramiento de la crisis económica y la guerra entre pandillas se exacerbó la crisis migratoria de los haitianos que empobrecidos buscaron una mejor vida en República Dominicana. En 2023 se registraron 250.000 deportaciones de haitianos.
La Antigua Orden Dominicana asegura que el problema migratorio tiene unos 25 o 30 años.
La manifestación estuvo acompañada también de otros civiles que protestaron con banderas dominicanas, pitos, tambores y que gritaban consignas como "Patria o muerte".
"Que nos escuchen y que tomen acciones (...) este es el camino y este es el momento para que nosotros salgamos de esta desgracia (...) de esta masiva sustitución del pueblo dominicano", dijo Velásquez.
Abinader, de 56 años, llegó al poder en 2020 con una dura política migratoria frente a los haitianos: multiplicó las redadas de indocumentados y las deportaciones, reforzó la presencia de la fuerza armada en la frontera, y levantó un muro de 164 km entre los dos países que prometió extender cuando fue reelecto en mayo para un segundo mandato.
Muchos haitianos además denuncian trabas burocráticas para renovar visados y permisos de residencia, muy costosos además.