Donald Trump inició su campaña electoral recorriendo distintos lugares de Estados Unidos. De cara a las elecciones de noviembre, el exmandatario se congregó en un mitin en Carolina del Norte. En dicha junta, Trump aprovechó para arremeter contra la vicepresidenta, Kamala Harris.
Tras el retiro de Joe Biden de la reelección, distintos nombres han sido mencionados para ocupar el puesto por el Partido Demócrata. En este sentido, Kamala Harris ha sido considerada para ser la contrincante del magnate y cuenta con el apoyo de cierto sector del partido, e incluso del propio Biden.
El candidato republicano aprovechó que Harris lanzara su candidatura a la Casa Blanca tras la renuncia del presidente, Joe Biden, para acusar la de ser una "lunática radical de izquierda".
"Ella es una lunática radical de izquierda que destruirá nuestro país. No dejaremos que eso ocurra", afirmó el expresidente y actual candidato por el Partido Republicano.
Asimismo, Trump volvió a señalar a Harris como "la fuerza impulsora ultraliberal detrás de una de las catástrofes de Biden".
Donald Trump acudió a un mitin en Carolina del Norte para sumar votos rumbo a las elecciones de noviembre. Foto: AFP
Por último, el magnate afirmó que los jefes del Partido Demócrata se encontraban detrás de la decisión de Biden de renunciar a su candidatura y acusó a la vicepresidenta estadounidense, quien tildó como "la mentirosa", de encubrir la "incapacidad mental" del presidente.
"Ahora tenemos una nueva víctima a derrotar", declaró, antes de criticar la trayectoria de la vicepresidenta, en específico temas de política exterior e inmigración.
El magnate señaló a Harris de estar a favor de "ejecutar bebés" con su programa del aborto.
"Ella quiere abortos en el octavo y noveno mes de embarazo, hasta el nacimiento e incluso después del nacimiento, ejecutar de bebés", alegó.
El presiente Joe Biden mostró su apoyo a la vicepresidenta Kamala Harris rumbo a las elecciones de noviembre. Foto: AFP
Durante su participación, varios partidarios llevaban camisetas conmemorativas del momento en que, tras el atentado que sufrió, el pasado 13 de julio, Trump levantó el puño, con la oreja sangrando en señal de desafío.