Un estudio reciente, publicado en la revista Science, ha arrojado luz sobre el enigma del deshielo desigual en la Antártida. Gracias a un análisis de muestras geológicas y modelados paleoclimáticos, los investigadores han determinado que la principal causa de esta disparidad radica en la variación en los tiempos de formación de las plataformas antárticas.
Nuestro planeta ha atravesado fascinantes transformaciones a lo largo de su historia. Hace 34 millones de años, la Tierra experimentó un cambio radical: pasó de un cálido periodo de “invernadero”, sin masas de hielo continental, a uno de “casa de hielo”, dominado por extensas plataformas heladas, similar al que vivimos hoy. Estos ciclos glaciales, impulsados por cambios en la atmósfera, la órbita terrestre y los océanos, han marcado el ritmo de la historia geológica. La Antártida inició su glaciación permanente, precisamente, en este tránsito hacia la “casa de hielo”.
En un importante avance científico, un equipo de investigadores ha descubierto que la formación de las plataformas de hielo en la Antártida no siguió un patrón uniforme como se pensaba anteriormente. El estudio revela que el hielo se formó primero en la zona oriental del continente hace 7 millones de años, y posteriormente se extendió hacia el oeste. Este hallazgo, que contradice la suposición previa de una formación homogénea, abre nuevas interrogantes sobre la evolución de la Antártida y sus imponentes plataformas heladas.
Un estudio fascinante ha revelado que la zona occidental de la Antártida, a diferencia de lo que se pensaba, no estaba cubierta de hielo durante los primeros millones de años de formación del continente. En su lugar, los expertos sugieren que esta región presentaba un paisaje completamente distinto: bosques frondosos bajo temperaturas templadas a frías.
Imágenes satelitales de la Nasa que revelan dramático derretimiento en la Península Antártica. Foto: NASA
Para llegar a esta conclusión, los investigadores analizaron foraminíferos, unos organismos unicelulares que viven dentro de caparazones calcáreos y que pueden conservarse durante millones de años. El análisis, liderado por el experto en paleoceanografía Gerhard Schmiedl del Centro para la Investigación y la Sostenibilidad del Sistema Tierra (CEN) de la Universidad de Hamburgo, reveló la presencia de floraciones recurrentes de plancton y pulsos de alimento en el fondo marino, así como un suministro regular de agua dulce proveniente de ríos. Estas condiciones, según Schmiedl, son incompatibles con la presencia de hielo y confirman la idea de una Antártida occidental sin hielo en sus inicios.
Científicos del Instituto Alfred Wegener (AWI, por sus siglas en inglés) han utilizado simulaciones computacionales para develar los secretos de la formación del hielo en el polo sur. Gracias a estos novedosos datos, se ha descubierto que las condiciones climáticas necesarias para la formación de hielo permanente solo existieron en las regiones costeras de Tierra Victoria del Norte, en la Antártida oriental.
La Antártida es hogar de los pingüinos. Foto: Natacha Pisarenko
La clave de este fenómeno reside en la Cordillera Transantártica. El aire húmedo que chocaba contra esta imponente cadena montañosa generaba el frío y la humedad necesarios para que la nieve se acumulara y, con el paso del tiempo, se transformara en hielo.
Este proceso se inició en Tierra Victoria del Norte y se extendió hacia el oeste 7 millones de años después, cuando las capas de hielo ya se habían establecido en el este. Los modelos computacionales no solo han confirmado las condiciones frías requeridas para la propagación del hielo, sino que también se han convertido en una herramienta invaluable para predecir cómo ambas regiones reaccionarán ante cambios externos, como el aumento de las temperaturas.
Lamentablemente, esta situación ya es una realidad. El estudio revela que el hielo de la Antártida occidental se derrite con mayor facilidad debido a su formación más tardía en comparación con el hielo de la sección oriental. Esta información es fundamental para comprender la vulnerabilidad del continente helado frente al cambio climático y sus potenciales consecuencias.
El calentamiento global está afectando una parte más que otras del continente de la Antártida. Foto: NASA Earth Observatory
Gracias a este estudio, se ha ampliado significativamente nuestro conocimiento sobre las condiciones climáticas del pasado de la Antártida, que demuestra la transición del periodo “invernadero” al “casa de hielo”. Además, se ha proporcionado información valiosa sobre las razones por las cuales el calentamiento global está afectando de manera más evidente a una parte del continente que a otra.
La nueva información obtenida en este estudio representa un avance crucial para perfeccionar los modelos climáticos existentes. Gracias a estos datos, podremos realizar predicciones más precisas sobre los cambios que la Tierra enfrentará en el futuro como consecuencia de las emisiones de gases de efecto invernadero y los efectos negativos del cambio climático. Esta información es de vital importancia para tomar medidas urgentes y evitar las consecuencias más severas que este fenómeno podría traer a nuestro planeta.