“No podemos quedarnos con los brazos cruzados ante tamaña agresión, Irán no saldrá indemne”, dijo el portavoz del Ejército israelí, Daniel Hagari. Y agregó: “Disparar 110 misiles directamente contra Israel no quedará impune. Responderemos en el momento, en el lugar y de la forma que determinemos”.
A su vez, el presidente iraní, Ebrahim Raisi, también reiteró que su país responderá de forma “severa” a “la más mínima acción” de Israel.
Israel e Irán cruzaron amenazas después de que Teherán lanzara un ataque contra su archienemigo el sábado, aumentando los temores a una escalada en Oriente Medio, con la guerra en Gaza como telón de fondo.
Ambos dirigentes pronunciaron estas declaraciones pese a los llamados a la moderación de la comunidad internacional, que teme una escalada de las tensiones en Oriente Medio, donde Israel está en guerra con el movimiento islamista palestino Hamás en la Franja de Gaza.
sesiones. El jefe del Ejército israelí, teniente general Herzi Halevi, con el Estado Mayor. Foto: AFP
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“Declaramos con firmeza que la más mínima acción contra los intereses de Irán suscitará una respuesta severa, extensa y dolorosa contra todos sus autores”, declaró Raisi en una conversación telefónica con el emir de Catar, Tamim ben Hamad Al Thani.
Refiriéndose al ataque, Raisi dijo que Teherán ejerció “su derecho a la autodefensa”.
Explicó que su país apuntó a los “centros” desde los que se organizó el bombardeo del 1 de abril, imputado a Israel, del consulado iraní en Damasco. Según Raisi, la operación del sábado “fue llevada a cabo con éxito, con el objetivo de castigar al agresor”.
El Ejército israelí dijo, a su vez, que el ataque “fue frustrado”, ya que derribaron el 99% de los 350 drones, misiles balísticos y misiles de crucero lanzados con ayuda de Estados Unidos, Jordania, Francia y otros países.
Mientras decide cómo responder, Israel anunció que lanzó una “ofensiva diplomática” contra Irán y llamó a 32 países a imponer sanciones contra la Guardia Revolucionaria iraní y su programa de misiles. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, instó a la comunidad internacional a “permanecer unida” frente a la agresión de Irán. Pero los dirigentes de las principales potencias piden cautela.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, indicó que Washington no participará en una represalia en tierra iraní, a pesar de su inquebrantable apoyo a Israel. El presidente ruso, Vladimir Putin, advirtió que una escalada en Oriente Medio tendría “consecuencias catastróficas para toda la región”, según el Kremlin.
Y el primer ministro británico, Rishi Sunak, urgió a Netanyahu a actuar con “sangre fría” tras el ataque. Para el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, el ataque iraní es culpa de Netanyahu y su “sangrienta administración”.
Las sanciones que anuncia el Gobierno de EE. UU. estarán dirigidas al programa de misiles y drones de Irán. “En los próximos días, EE. UU. impondrá nuevas sanciones dirigidas contra Irán, incluido su programa de misiles y drones”, así como contra la Guardia Revolucionaria y el Ministerio de Defensa iraní, aseguró en un comunicado el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan.
También la Unión Europea se plantea ampliar las sanciones contra Irán, anunció el jefe de la diplomacia de la UE, Josep Borrell.
“La idea consiste en ampliar el régimen” de sanciones vigente desde 2023 que impuso restricciones a la exportación a Irán de componentes usados en la fabricación de drones, explicó Borrell. La iniciativa actual, apoyada por Francia y Alemania, sería ampliar esas restricciones a otros tipos de armamento.
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Tras el ataque iraní, los países del Golfo están en plena efervescencia diplomática para evitar un conflicto regional que pondría en peligro sus ambiciosos proyectos de reformas económicas. Países como Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Catar, Baréin, Kuwait y Omán están justo en frente de Irán, lo que los pone en primera línea en caso de conflagración. EEUU, el más firme aliado del Estado hebreo, cuenta con instalaciones militares en los seis estados del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG).
En caso de recibir un ataque, Teherán “podría tener la tentación de replicar contra el CCG, dada su proximidad geográfica y la multitud de blancos difíciles de proteger”, apunta Ali Shihabi, un analista saudita cercano a la casa real.
Los países de la región comparten una convicción. “Los conflictos son malos para los negocios, evitarlos es ahora una prioridad absoluta”, dice Andreas Krieg, especialista en el King’s College de Londres.
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El presidente emiratí, Mohamed ben Zayed al Nahyan, se entrevistó con el emir de Catar y los reyes de Jordania y Baréin, mientras que el príncipe heredero saudita, Mohamed bin Salmán, líder de facto del país, habló con el primer ministro de Irak. Por su lado, el emir de Catar, Tamim ben Hamad Al Thani, habló con el presidente iraní, Ebrahim Raisi, de “evitar que se propague el conflicto por la región”.
Propaganda. Cartel con los misiles balísticos de Teherán. Foto: difusión
Lo que está en juego es de vital importancia para las ricas monarquías del Golfo, aliadas de larga data de Washington, con sus costosos planes de diversificación económica, que buscan garantizar un futuro pospetrolero y dependen de un entorno estable y pacífico, propicio para los negocios, el turismo y las inversiones.
Arabia, peso pesado del CCG y primer exportador de crudo del mundo, está enfrascada en un amplísimo programa de reformas que pretenden convertir este reino ultraconservador en un polo de negocios, turismo y deporte.
Arabia Saudita quiere, además, sacar rédito de sus vínculos renovados con Irán y de sus buenas relaciones, al mismo tiempo, con EEUU.
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Una posible escalada pone a los países del Golfo “en una posición muy delicada, porque no quieren alinearse de ningún lado, pero se verían afectados pase lo que pase”, agrega Umer Karim, de la Universidad de Birmingham.
Omán, que tiene buena relación con Irán, se mantiene como país mediador fundamental. Y en este juego de influencias, Catar tiene a su ventaja el hecho de albergar Al Udeid, la mayor base militar norteamericana en la región, dice Andreas Krieg, del King’s College de Londres.
“En lo que se refiere al estrecho de Ormuz y el de Bab al Mandeb, Omán dispone de redes más profundas y es quizás el mediador más eficaz”, dice Krieg, por los dos puntos críticos para la navegación: el Golfo y el mar Rojo.
Irán suspendió operaciones en sus instalaciones nucleares el día en que atacó a Israel, según el director de la OIEA, Rafael Grossi. “Nuestros inspectores fueron informados por el Gobierno iraní de que todas las instalaciones nucleares que inspeccionamos a diario permanecieron cerradas por motivos de seguridad”.
En 1981, Israel bombardeó el reactor nuclear de Osirak, en el Irak de Sadam Husein. Israel también admitió en 2018 que había lanzado un ataque aéreo de alto secreto 11 años antes contra un reactor nuclear en Siria.
Israel acusa a Irán (que lo niega) de querer dotarse de una bomba atómica y dice hacer lo posible para impedirlo.