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Embajador de Ucrania: "No importa lo que diga Vladimir Putin, las negociaciones no conducirán a la paz"

El embajador de Ucrania en Perú, Yuriy Polyukhovych, dialogó con La República sobre el inicio del tercer año de la guerra, el impacto humanitario y los obstáculos para una solución pacífica.

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Para el embajador ruso, esta guerra “se trata de una lucha por los principios fundamentales del derecho internacional y la dignidad humana”. Foto: composición LR/AFP

La guerra de Ucrania se abre paso, en un tercer año, con un escenario cada vez más complejo y trágico. Los ataques rusos con misiles continúan —en medio del luto por un atentado en un concierto de Moscú, donde más de 130 fallecieron—, mientras el ejército ucraniano aguarda el apoyo militar de Estados Unidos y de la Unión Europea, con la certeza de que ganarán, según afirma el embajador de Ucrania en Perú, Yuriy Polyukhovych.

En entrevista con La República, Polyukhovych revela que más de 433.000 militares rusos han muerto en dos años de guerra y que Ucrania solo se está defendiendo del “sanguinario régimen totalitario de Putin”. Asimismo, advierte que “si el ejército ucraniano consigue las armas necesarias, Rusia perderá”.

“Moscú está condenado a librar guerras destructivas, tanto dentro como fuera de sus fronteras”, señaló Polyukhovych. Foto: Embajada de Ucrania

"Si Ucrania deja de resistir, no habrá Ucrania, si Putin detiene la guerra, no habrá guerra"

La guerra en Ucrania entra a su trágico tercer año, ¿cuál es su perspectiva y qué esperan en los próximos meses?

—Esta guerra no comenzó el 24 de febrero de 2022, con la agresión militar a gran escala de la Federación Rusa contra Ucrania. Antes de esa fecha, durante ocho años, duró la fase 'híbrida' de la guerra de Rusia contra Ucrania, durante la cual los dirigentes militares y políticos rusos negaron oficialmente la participación de la Federación de Rusia en hostilidades en el territorio de Ucrania.

El 2022, el primer año de la invasión militar a gran escala rusa en Ucrania, fue un periodo de supervivencia. El 2023 fue el año de resistencia y el tercero será un año crucial. En la actualidad, alrededor del 26% del territorio de Ucrania está ocupado. Están ocupadas la regiones de Luhansk, partes de las regiones de Donetsk, Zaporizhzhia, Mykolaiv y Kherson, así como la península de Crimea.

La contraofensiva ucraniana continúa. Hasta la fecha, ya hemos conseguido liberar cerca del 50% del territorio ocupado por Rusia después del 24 de febrero de 2022.

Rusia es el único obstáculo para una solución pacífica, señaló el embajador. Foto: AFP

El presidente de Francia, Emmanuel Macron, y el Canciller de Alemania, Olaf Scholz, hablaron con Putin antes del inicio de la guerra y Putin afirmó que no habría invasión. Por lo tanto, no importa lo que diga Putin, no se puede creer en él. Las negociaciones no conducirán a la paz.

Las pérdidas rusas en esta guerra son entre siete y ocho veces superiores a las ucranianas. En los dos años de guerra, Rusia ha perdido ya más de 433.000 militares, que es treinta veces más que el número de muertos durante la guerra de la Unión Soviética en Afganistán.

Si Ucrania deja de resistir, no habrá Ucrania, si Putin detiene la guerra, no habrá guerra. Estoy seguro de que, si el ejército ucraniano consigue las armas necesarias, Ucrania ganará. Rusia perderá, en cualquier caso. Y hay muchos ejemplos de este tipo en la historia.

Según el embajador, Ucrania ya ha liberado “cerca del 50% del territorio ocupado por Rusia después del 24 de febrero de 2022”. Foto: AFP

—¿Cuál es el impacto humanitario que la guerra ha tenido en la población civil y cómo ha respondido el gobierno de Volodymyr Zelenskyy?

—La invasión a gran escala rusa en Ucrania, en febrero de 2022, tuvo importantes consecuencias sociales y económicas, como enormes desplazamientos de población, daños físicos en edificios e infraestructuras y un aumento de las víctimas civiles. Un número considerable de personas, estimado en 17,6 millones a finales de 2022, necesitaban ayuda humanitaria.

Esta cifra no es definitiva y, más de dos años después del inicio de la invasión a gran escala, es mucho mayor. La gente ha perdido sus casas, sus trabajos, sus familiares, una gran cantidad de ciudadanos se ha quedado sin medios de subsistencia y muchos niños han quedado huérfanos.

Al principio de la guerra, la cuestión de la ayuda humanitaria recayó sobre los hombros de los voluntarios, ciudadanos corrientes. Sin embargo, el día de hoy, el Gobierno ya ha formado una estrategia para la recuperación posbélica del país, ha reformado el sistema de seguridad social y está tomando medidas para proporcionar rehabilitación, apoyo social y humanitario.

"Moscú está condenado a librar guerras destructivas, tanto dentro como fuera de sus fronteras"

—En cuanto al apoyo militar y sanciones contra Rusia, ¿cómo evalúa la respuesta internacional a la guerra?

—El importe total de la ayuda prestada a Ucrania por la coalición internacional supera los 178.000 millones de dólares. En un futuro próximo, esperamos la aprobación definitiva de un potente paquete de ayuda militar estadounidense por un valor de 60.000 millones de dólares.

Esperamos que la Cámara de Representantes de Estados Unidos también apoye este paquete, ya que cada día de retraso es muy costoso para Ucrania.

También hemos recibido, recientemente, un potente paquete de ayuda de la Unión Europea. El 1 de febrero, en la cumbre de la UE celebrada en Bruselas, el Consejo Europeo aprobó un paquete de ayuda de 50.000 millones de euros para Ucrania. Como dijo nuestro presidente, es una señal clara de que Ucrania resistirá.

Ucrania espera un paquete de ayuda militar estadounidense de 60.000 millones de dólares. Foto: AFP

—¿Qué lecciones históricas y humanitarias deja la guerra entre Ucrania y Rusia a dos años de su inicio?

—No se trata solo de un conflicto entre dos Estados, sino de una lucha por los principios fundamentales del derecho internacional y la dignidad humana.

Con el país más grande del mundo por superficie, rico en recursos minerales y suficientemente industrializado, los rusos podrían prosperar y establecer relaciones armoniosas con el resto del mundo.

El Estado ruso moderno padece enfermedades heredadas del lejano pasado colonial. En primer lugar, lo demuestra la guerra que Rusia ha desatado contra Ucrania, que es un ejemplo típico de la agresión de una metrópoli contra su antigua colonia. No se trata solo de un enfrentamiento entre Estados; es una lucha por el derecho de una nación a determinar su propio futuro. Ningún país, en ninguna circunstancia, tiene derecho a decidir el destino de otro Estado soberano.

Me gustaría subrayar que Moscú no solo ha robado el nombre, sino también la historia, los logros de otras naciones, los trajes nacionales, las melodías de las canciones, las obras de escritores, músicos, artistas, científicos y personalidades de la cultura.

El embajador advierte que “si el ejército ucraniano consigue las armas necesarias, Rusia perderá”. Foto: AFP

Moscú está condenado a librar guerras destructivas, tanto dentro como fuera de sus fronteras. Especialmente con Ucrania, de cuya historia se ha apropiado.

"Nos estamos defendiendo a nosotros mismos y a nuestras familias del sanguinario régimen totalitario de Putin"

—¿Qué estrategias considera cruciales para fortalecer la defensa ucraniana frente a las futuras agresiones?

—Solo la invitación de Ucrania a ingresar en la OTAN, que nuestro país tiene intención de recibir en la 75° Cumbre de la OTAN, que se celebrará en Washington en el verano de 2024, brindará a Ucrania —a Europa y al mundo— una oportunidad real de restablecer la seguridad, actualmente amenazada por la política agresiva de Rusia. La adhesión de Ucrania fortalecerá tanto a Ucrania como a la OTAN.

También acogemos con satisfacción la Declaración de los Líderes del G7, adoptada en la Cumbre de la OTAN en Vilnus, que puso en marcha los trabajos sobre compromisos y acuerdos de seguridad específicos, bilaterales y a largo plazo con Ucrania. Veinticuatro países se han adherido ya al acuerdo marco del G7. Hacemos un llamado a otros Estados para que consideren la posibilidad de unirse también. Cualquier país que participe envía un mensaje claro al agresor de que hay alternativa a la paz.

—¿Cuáles son los principales obstáculos para una solución pacífica al conflicto en Ucrania y qué medidas específicas cree que deben tomarse para alcanzar una resolución duradera?

—Rusia es el único obstáculo en este sentido. No hemos iniciado esta guerra. Nos estamos defendiendo a nosotros mismos y a nuestras familias del sanguinario régimen totalitario de Putin. No hay manera de resolver el conflicto con el agresor, excepto su completa derrota.

Rusia demuestra su compromiso con la guerra de desgaste prolongada, esperando ganar con el uso de sus aún considerables recursos, la fatiga de la guerra y el chantaje nuclear. En 2024, los rusos planean producir 2,7 millones de proyectiles. Todas las armas producidas por Rusia son entregadas inmediatamente al campo de batalla. Para cubrir el déficit, el ejército ruso aterroriza nuestras ciudades con proyectiles de artillería y misiles balísticos de Corea del Norte, además de los drones iraníes que destruyen nuestras infraestructuras civiles.

La guerra de Ucrania inició el 24 de febrero de 2022, tras los sucesos del Euromaidán en 2014. Foto: AFP

La agrupación de fuerzas armadas rusas concentradas en el territorio de Ucrania asciende a 462.000 efectivos. Además, 35.000 soldados de las tropas de Guardia Nacional de Rusia operan en los territorios ocupados de Ucrania. Su tarea consiste en reprimir cualquier intento de resistencia civil. En tales circunstancias, es imposible hablar de una solución pacífica del conflicto. Todas las declaraciones de Rusia de que está dispuesta a una resolución pacífica son mentiras descaradas.

—En medio de tensiones globales, ¿cómo Ucrania busca fortalecer sus lazos con América Latina, sobre todo con Perú?

—Ucrania y Perú tienen largos lazos históricos. Uno de los más grandes hijos de Ucrania, un guerrero por la libertad del pueblo, un verdadero héroe y patriota, Mykhailo Skybytskyi, conocido en Perú, Colombia y Venezuela como Miguel Rola, luchó por la independencia de las colonias españolas hace 200 años y participó en la Batalla de Ayacucho.

Por su valentía, Mykhailo Skibitsky fue condecorado con la medalla del Busto del Libertador por Simón Bolívar. Por haber luchado por la liberación del Perú, Rusia lo torturó hasta la muerte en sus prisiones imperiales y luego trató de apropiarse de su nombre y sus méritos, presentándolo como ruso y construyendo un mito en la memoria de la gente sobre los antiguos vínculos de Rusia con Sudamérica.