Hawái, estado de los Estados Unidos, se caracteriza por su clima tropical y áreas selváticas, lo que atrae a miles de turistas anualmente. Aunque es uno de los destinos turísticos más anhelados del país, también ostenta el récord de haber registrado el período de lluvia más prolongado en la historia. Si consideramos que unos pocos días de lluvia pueden resultarnos excesivos, los residentes del estado de hace más de 100 años podrían señalar que esos breves períodos no representan ni siquiera el 1% del tiempo que ellos experimentaron bajo condiciones de lluviosas constantes.
La duración fue de 881 días. De acuerdo con los registros, este período de precipitaciones se extendió desde octubre de 1913 hasta marzo de 1916, constituyendo el episodio de lluvia continua más extenso documentado en la historia. Lejos de representar una sequía, esta abundancia de agua nutrió durante un tiempo considerable las selvas y playas del renombrado archipiélago estadounidense.
La zona de Honomu Maki, en Oahu, experimentó durante dos años y medio condiciones de lluvia o vestigios de precipitaciones constantes. Esta situación fue resultado de:
La lluvia, un fenómeno meteorológico, se presenta de manera irregular en distintas partes del mundo. Foto: Freepick
La segunda lluvia más prolongada registrada en la historia tuvo lugar en Cherrapunji, India, una localidad reconocida por sus elevados índices de precipitación. Históricamente, se documentó un periodo de lluvias que se extendió por casi un año, desde agosto de 1860 hasta julio de 1861, acumulando un total de 26,461 milímetros de agua en 334 días.
Existen lugares en el mundo donde la lluvia se convierte en un fenómeno meteorológico cotidiano. Foto: Freepick
La investigación se realizó en respuesta a una petición del Departamento de Meteorología de la India y se fundamentó en el análisis de datos recolectados después de los eventos. Un comité de investigación, compuesto por expertos climáticos de Alemania, Argentina, Colombia, España, Estados Unidos, Francia, India y Marruecos, fue el encargado de llevar a cabo este estudio.
Este tipo de tareas, que incluyen la clasificación y evaluación oficial continua de todos los fenómenos meteorológicos y climáticos extremos, constituye una de las principales áreas de interés de la Organización Meteorológica Mundial (OMM).