El candidato sorpresa en las elecciones presidenciales de Guatemala, Bernardo Arévalo de León del partido progresista Movimiento Semilla, se perfila como el ganador en la segunda vuelta, según la última encuesta publicada a solo cuatro días de la jornada electoral. El canal Guatevisión y el estudio del diario Prensa Libre ubican al diplomático en el primer puesto de la intención de voto, con un importante 64% frente a su contrincante Sandra Torres Casanova, quien obtuvo 35,1%.
Bernardo Arévalo nació en Uruguay, Montevideo, durante el exilio de sus padres, y retornó a Guatemala en 2013. Se desempeñó como viceministro de Relaciones Exteriores y fue embajador de su país en España. Es hijo del presidente Juan José Arévalo (1945-1951), y el próximo domingo 20 de agosto buscará ser el sucesor del actual mandatario Alejandro Giammattei.
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De acuerdo con los resultados de la encuestadora ProDatos, la gran ventaja de Arévalo se explica porque la población guatemalteca percibe que no es corrupto, les inspira confianza y representa una opción distinta a la que suelen tener como autoridades. Esto respondió la mayoría de los 1200 encuestados en todo el país cuando se les preguntó lo siguiente: ¿por qué razón votarían por él o ella?
En el caso de quienes prefieren entregar su voto a Sandra Torres, valoran los programas de ayuda a las personas empobrecidas que ejecutó cuando era primera dama y que actualmente promete en su plan de gobierno.
Bernardo Arévalo es doctor en Filosofía y licenciado en Sociología. El político considera que, para generar desarrollo, lo más importante es atender la salud, educación e infraestructura, sin descuidar los otros sectores. No obstante, considera que lo más urgente es poner un alto a la corrupción.
Arévalo reconoce que no será una tarea fácil y asegura que, de llegar al sillón presidencial, desde el ejecutivo se impulsarán acciones para evitar que se desvíen los fondos públicos. Por ese motivo, destaca la creación de un Gabinete Específico Anticorrupción, el cual se encargaría de realizar propuestas para reformar leyes en pro de la transparencia.
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Estas reformas incluirían la “muerte civil” de las personas que sean condenadas por actos de corrupción, lo cual implicaría que sean inhabilitadas para ejercer cargos en instituciones públicas.
El plan de Arévalo también apunta a las denominadas “diez semillas para recuperar el futuro”, una lista que incluye reformas para mejorar la educación e infraestructura, salud y cultura. Además, pretende mejorar la seguridad social de los guatemaltecos, luchar contra la desnutrición, así como brindar apoyo a la agricultura y crear programas de emprendedores.