El lago Titicaca, el más alto del mundo —ubicado entre las fronteras de Perú y Bolivia—, se encuentra bajo amenaza por la preocupante pérdida de agua a ritmo, advierten los especialistas. Por ello, el Servicio Nacional de Hidrografía de la Fuerza Naval de Bolivia lo ha declarado en alerta luego de que la superficie cayese 2 centímetros.
Según proyecciones, es solo el comienzo de una alarmante situación que golpea a los aymaras, que dependen del lago para su sustento y que temen que la sequía afecte a la flora y fauna de la región.
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La unidad de hidrología de la Armada de Bolivia advirtió que los niveles de agua podrían ser históricamente bajos en los meses siguientes. Inclusive, para diciembre hay una probabilidad de que el lago esté 64 centímetros por debajo del nivel del agua de alerta de sequía.
Esta región andina sufre déficit de lluvias y se han agravado en los últimos años con los fenómenos de La Niña y El Niño. Desde Puno, señala el organismo boliviano a la agencia AP, también se ha emitido advertencias por la disminución de los niveles del agua y han expresado su alarma por el impacto en el turismo que recibe la zona.
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“Estamos llegando a un punto crítico. Habrá una pérdida importante de agua”, advirtió Juan José Ocola, presidente de la Autoridad Binacional del Lago Titicaca.