Equipos de rescate centran la búsqueda del sumergible desaparecido el domingo con cinco personas a bordo cerca de los restos del Titanic, en la zona donde en las últimas horas se escucharon ruidos de origen indeterminado, en una carrera contrarreloj, ya que el oxígeno de la nave se está agotando.
“No sabemos qué son los ruidos” escuchados el martes por la noche y el miércoles por la mañana, dijo en una rueda de prensa el portavoz de la Guardia Costera estadounidense, el capitán Jamie Frederick, quien pidió mantenerse “optimistas y esperanzados”.
La comunicación con el sumergible Titán, de 6,5 metros de eslora, se perdió el domingo, dos horas después de que emprendiera el descenso hacia los vestigios del mítico transatlántico Titanic, localizados a casi 4.000 metros de profundidad y a unos 600 km de la isla canadiense de Terranova, en el Atlántico norte.
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Hasta ahora, la búsqueda con ayuda de un vehículo operado remotamente (ROV) no ha dado ningún resultado. A bordo del Titán viajan el millonario británico Hamish Harding, presidente de la compañía Action Aviation; el paquistaní Shahzada Dawood, vicepresidente de Engro, y su hijo Suleman; el buceador francés Paul-Henri Nargeolet; y Stockton Rush, director general de OceanGate Expeditions, la compañía que opera el sumergible, y que cobraba 250.000 dólares por turista.
Titan. Es el nombre del submarino perdido cuando intentaba descender hasta el lugar donde se encuentran los restos del Titanic. Foto: AFP
Por el momento, cinco barcos, a los que se sumaron otros cinco en las próximas horas, participan en la búsqueda en una superficie de 20.000 kilómetros cuadrados, aproximadamente el tamaño de El Salvador, a una profundidad de casi cuatro kilómetros, mientras que desde el aire aviones surcan el cielo en busca de cualquier señal del sumergible.
El ingeniero Alistair Greig cree que si el casco de presión estuviera dañado, las esperanzas de encontrar a los cinco pasajeros vivos se disiparían. Por su parte, el exdirector de operaciones marinas de OceanGate Expeditions, la empresa fabricante, David Lochridge, despedido por haber cuestionado la seguridad del Titán, mencionó en una demanda judicial el “diseño experimental y no probado” del sumergible.
Sin raciones. El martes, el capitán de la Guardia Costera indicó que al sumergible solo le quedaban 40 horas de oxígeno, por lo que los equipos trabajan contra reloj. El miércoles, apuntó que la tripulación tiene “raciones limitadas” de comida.