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Madre halló a su hija desaparecida luego de 27 años: "Perdí una niña de 3 años y encontré una mujer”

Lorena Ramírez cuenta que, pese a los años, nunca dejó de buscar a su hija. "Pensaba que, así como la perdí, cuando menos sintiera, la iba a tener de frente", y así sucedió el año pasado luego de casi 3 décadas de esfuerzos por encontrarla.

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Casi 30 años después, Lorena Ramírez encontró a su hija desaparecida. Foto: Mónica González Islas/El País

Tras casi tres décadas de búsqueda, Lorena Ramírez encontró a su hija Juana, quien ahora se llama Rocío Martínez, tiene 30 años y vive en México, país con una abrumadora cantidad de casos de desaparición. "Me siento feliz y bendecida", dijo a la BBC. Esta es su historia.

¿Dónde y cómo desapareció su hija?

La vida de Lorena Ramírez y su familia dio un vuelco hace más 27 años, cuando su pequeña desapareció en el bosque de Chapultepec, en Ciudad de México, con solo tres años, en medio de un paseo familiar por el zoológico y el jardín.

“Todo transcurrió normalmente”, recordó Lorena de aquel 1 de octubre de 1995. “Pero cuando nos íbamos a marchar, mi esposo traía a mi hija pequeña agarrada de la mano derecha y yo de la mano izquierda. Hicimos como un círculo para despedirnos de las otras personas y yo solté a mi hija un momento. Resulta que mi esposo también lo hizo y, enseguida, vi que ella ya no estaba”, detalló.

“No sé si era una corazonada de madre, pero yo di por hecho en ese momento que me acababan de robar a mi hija”, contó Ramírez a la BBC. “Ahí empezó mi calvario. La muerte en vida”, añadió.

“Por más que buscaba en los medios que gente me escuchara, desgraciadamente es imposible cuando se es muy pobre y no se tienen medios ni recursos”, agregó.

Lorena pasó casi tres décadas imaginando cómo sería su descendiente; sin embargo, aseguró que nunca perdió la esperanza de volver a verla. “Nunca perdí la esperanza, nunca dejé de buscar”, expresó la madre.

¿Cómo pudo encontrar a su hija luego de 27 años?

Lorena perdió a su esposo hace tres años tras 31 de matrimonio. “El día que falleció, le dije: ‘Ya que estás del otro lado, búscala. Y si puede ser en un sueño, ven y me dices dónde está’”.

En julio del año pasado, una enfermedad la tuvo muy mal de salud, hecho que provocó que tengan que operarla. “Platiqué con una de mis hijas y le pedí que, si algo pasaba y llegaba a fallecer, que ya dejara la búsqueda”, sostuvo. "'El dolor y la pena son mías y me las voy a llevar yo’, le dije".

La operación resultó exitosa y solo un mes después le llegó un mensaje de página de personas que buscan a sus familiares desaparecidos. "Soy Juana Bernal y busco a mis padres biológicos", relató que se leía en la publicación.

Tras ello, debido al delicado estado de salud de Lorena, recién operada, sus vástagos y quien sería su pequeña hija perdida deciden encontrarse antes de ser llevada donde su madre.

"Cuando abrió la puerta, me paré y ella entró. El abrazo después de 27 años. Me vio y me dijo: 'Eres mi madre'. 'Sí. Tú también eres mi hija', le respondí. 'Gracias por la oportunidad de volverte a ver'", apuntó.

Por su parte, Martínez, ya con 30 años, indicó al diario El País que comenzó a buscar información sobre niños perdidos y robados por internet, hasta que un día halló una foto. La comparó con el rostro de su hija y estaba convencida de que se asemejaban. “Era tanto el parecido físico que dije: 'Yo soy esa persona'”, explicó.

Una prueba de ADN confirmó el 99,9% de coincidencias genéticas entre las dos mujeres, lo que dio pie al Ministerio Público para comenzar los procedimientos judiciales contra Patricia N. y Antonio N., acusados del rapto de Rocío. Los detenidos fueron trasladados al Centro Femenil de Reinserción Social Santa Martha Acatitla y al Reclusorio Preventivo Varonil Norte, respectivamente.

Lorena y Rocío tras conocer el resultado de las pruebas genéticas que confirmaron su parentesco. Foto: Fiscalía de Justicia de CDMX

Rocío creció en la ciudad de Toluca. “Dice que con 7 años ya cocinaba, era golpeada por la señora de la casa, tenía que dar de comer a los animales y limpiar antes de ir a la escuela. No jugaba con amigos, así fue su vida”, narró su progenitora.

“A los 17 se fue de esa casa y se casó. Pero, hasta entonces, aquellas personas siempre la discriminaron. Hacían que era su familia, pero no. Era como que la que habían encontrado en la calle”, detalló.

Asimismo, señaló que le entristece no conocer a su hija y saber qué le gusta, pero reconoce lo afortunadas que han sido de volver a verse: “Yo perdí una niña de 3 años y ahora encontré una mujer de 30. No viví las etapas de su vida, es una parte que me robaron (...). Hoy no sé qué le gusta, qué quiere. Viene su cumpleaños y no sé qué regalarle”.

“Por mi cabeza nunca pasó que no iba a encontrar a mi hija. Pensaba que, así como la perdí, cuando menos sintiera, la iba a tener de frente. Y así fue. Pero lamentablemente no todos corren con la misma suerte. Hay infinidad de niños que no han sido encontrados”, agregó.

Oficialmente, México ha reportado más de 100.000 personas no habidas. Durante el primer trimestre del año, la desaparición forzada de ciudadanos en el país mostró un incremento que supera en 24% al mismo período de 2022, de acuerdo con cifras del Registro Nacional de Personas Desaparecidas o no Localizadas (RNPDNO).

Solo entre el 1 de enero y el 31 de marzo de 2023, se registraron 2.963 personas desaparecidas.