El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, criticado por recientes declaraciones sobre la guerra de Ucrania, reafirmó el sábado su negativa a “participar” en ese conflicto y su voluntad de contribuir a buscar una paz “negociada” entre Kiev y Moscú. Pero su anfitrión, el presidente de Lisboa, le salió al paso ante la propuesta.
“Al mismo tiempo que mi Gobierno condena la violación de la integridad territorial de Ucrania, defiende una solución política negociada del conflicto”, declaró Lula a periodistas en Lisboa, tras reunirse con su homólogo portugués, Marcelo Rebelo de Sousa.
“Necesitamos urgentemente que un grupo de países se siente a negociar tanto con Ucrania como con Rusia para buscar la paz”, subrayó Lula.
“Brasil no quiere participar en la guerra, Brasil quiere construir la paz”, agregó.
Lula da Silva es presidente de Brasil desde el 1 de enero de 2023. Foto: EFE
El presidente Rabelo marcó diferencias con la postura de su huésped.
“El presidente Lula considera que el camino hacia una paz justa y duradera supone priorizar la vía de la negociación”, pero Portugal “sostiene que un eventual camino hacia la paz supone el previo derecho de Ucrania a reaccionar a la invasión, recuperando lo que pueda o quiera recuperar (…) de su integridad territorial”, afirmó.
Y eso se debe a “una cuestión de principio, que es el de no beneficiar al infractor”, recalcó.
Finalmente, pese a las diferencias entre Brasil y Portugal sobre la guerra contra Ucrania, ambos mandatarios firmaron una declaración final de la XIII cumbre luso-brasileña celebrada ayer en Lisboa. El documento incluye una condena conjunta a la invasión rusa sobre Ucrania y subraya la necesidad de promover una “paz justa y duradera”.
El texto sostiene que ambos jefes de Gobierno, el brasileño Luiz Inácio Lula da Silva y el luso António Costa, “deploran la violación de la integridad territorial de Ucrania por Rusia y la anexión de partes de su territorio como violaciones de derecho internacional”.
Marcelo Rebelo de Sousa, presidente de Portugal. Foto: AFP
Lamentan también la “pérdida de vidas humanas y la destrucción de la infraestructura civil, así como el inmenso sufrimiento humano y el agravamiento de la vulnerabilidad de la economía mundial causados por la guerra”.
Además, expresan su “preocupación con los efectos globales del conflicto en la seguridad alimentar y energética, especialmente en las regiones más pobres del planeta” y subrayan la “necesidad de promover una paz justa y duradera”.
Lula, que gobernó Brasil de 2003 a 2010, se propone desde que regresó al poder en enero volver a dar protagonismo internacional a Brasil, tras el relativo aislamiento diplomático que marcó la gestión de su predecesor ultraderechista Jair Bolsonaro (2019-2022).
Lula llegó el viernes a Lisboa para una visita oficial que incluye un foro empresarial, el lunes, y que concluirá el martes con un acto en el Parlamento.
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Crecen. La XIII cumbre luso-brasileña, la primera desde 2016, coincide con un momento de pujanza comercial entre ambos países.
Finanzas. Brasil es el primer destino de las inversiones portuguesas en el exterior y, a la vez, es un gran inversor en Portugal fuera de la UE.