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Jason Padgett, el rebelde que se convirtió en un genio de las matemáticas tras una golpiza en asalto

Pese a esa fatídica noche, el matemático aseguró en una entrevista para la BBC que "volvería a pasar por todo lo mismo para lograr este despertar matemático".

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El genio de la matemática reveló que le avergonzaba su juventud, pues "solo me interesaban las chicas, las fiestas y el alcohol". Foto: composición LR / BBC

Hablar de la adolescencia o la juventud significa usualmente revivir grandes momentos con la familia o amigos, pero Jason Padgett opina lo contrario. El hombre de 53 años, nacido en Alaska, Estados Unidos, y ahora considerado un genio de la matemática, reveló que le avergonzaba esa etapa de su vida, pues "llevaba una vida muy superficial. Solo me interesaban las chicas, las fiestas y el alcohol", declaró al programa Outlook, del Servicio Mundial de la BBC, como parte de la serie especial "Sentidos extraordinarios".

No le gustaba la escuela ni la universidad, incluso la dejó para apoyar a su padre en su negocio de muebles. Profesionalmente, no había progresado ni destacado, más que en sus cursos de preálgebra, esa era su rutina: "El estereotipo del idiota que ves entrando a un bar... ese era yo", relató entre risas. No obstante, su futuro cambió completamente en una fatídica noche.

La noche que cambió todo

Juventud de Jason Padgett. Foto: Great Big Story

Jason Padgett seguía el estilo de la década de los 80. "Al estilo de pelo corto (en la parte de) arriba y largo atrás y vestía chalecos de cuero sin camiseta", recordó. Así asistió a un karaoke en la noche del viernes 13 de septiembre de 2002, en Tacoma, Washington, donde se había mudado hace días.

Estuvo con una amiga y el saliente de ella. Como fanático de Bon Jovi, Padgett cantó “Blaze of Glory". Todo parecía perfecto, hasta que, desde el escenario, vio a dos hombres sentados en una esquina. No le dio importancia y tampoco imaginó que ellos le cambiarían la vida.

Llegó la hora de retirarse. Jason caminaba tranquilo, pero luego escuchó y sintió un fuerte golpe repentinamente. Cayó de rodillas y los hombres le golpeaban la cabeza. "Vi una luz blanca, como si alguien hubiera sacado una foto", contó en la entrevista.

Los atacantes no se detenían y Jason solo quería morderles las piernas como último acto “antes de morir”. La amiga no hacía nada, pues estaba en shock, y su amigo solo levantó los brazos y huyó. Lo más frustrante era que los aún asistentes del karaoke miraban el ataque desde las ventanas y no reaccionaban o pedían ayuda.

"De pronto uno de los hombres me dijo: 'Dame tu chaqueta' (era una chaqueta de cuero de apenas US$99) y fue recién ahí que me di cuenta de que era un asalto", narró Padgett, agregando que fue así que los atacantes recién pararon y se retiraron.

Totalmente herido, Padgett se dirigió a un hospital, que, por suerte, estaba cerca. Los doctores le dijeron que tenía una conmoción cerebral y que le sangraba el riñón, pero aun así solo le inyectaron analgésicos y lo enviaron a casa.

Los traumas

Jason estaba teniendo frecuentes pesadillas que lo alertaron. Según los especialistas, había desarrollado un trastorno obsesivo compulsivo (TOC). Ya no quería salir, prefería estar encerrado en casa y se volvió obsesivo con la limpieza. "Tenía un miedo irracional a los gérmenes. Me lavaba las manos cientos de veces al día", admitió antes de señalar que también desinfectaba su dinero, limpiando cada billete. Esa nueva rutina duró tres años. Sin embargo, eso no era todo.

"Todo lo veía ligeramente pixelado. Las nubes, el Sol (...) Miraba el agua irse por el desagüe y veía tangentes, con líneas como olas, que se cruzaban (…) Era hermoso, pero al mismo tiempo daba miedo", contó a la BBC.

El detalle estaba en que esas formas pixeleadas se movían en una cuadrícula. "Era como un videojuego y se veía como algo matemático", describió. Fue tanta la curiosidad que investigó y aprendió sobre la geometría fractal, una forma matemática descubierta por el francés Benoit Mandelbrot.

A la pregunta de qué trata esa rama de la matemática, Padgett responde que “es como la pantalla de una televisión (...) los pequeños cuadraditos de color van formando cuadraditos más grandes. Así se forma todo". En ese momento, empezó a dibujar las figuras fractales sin parar. Este nuevo interés lo llevó a salir de su aislamiento.

"Mi vida mejoró drásticamente"

Jason Padgett y su esposa Elena Padgett. Foto: BBC

Pese a ese cambio positivo, se respaldó de un psicólogo para su TOC y se inscribió en un curso de matemáticas en la universidad, donde conoció a su actual esposa, Elena Padgett. "Mi vida mejoró drásticamente", declaró emocionado al programa.

Pese a ello, Jason quería entender el motivo de esa obsesión por las matemáticas. Un día encendió la televisión y vio la entrevista que realizaban a Daniel Tammet, un genio de las matemáticas y la lingüística que tiene Asperger (un trastorno del espectro autista), considerado un “savant”.

"Era la primera vez que alguien, además de mí, hablaba de cómo los números se ven", resaltó Padgett antes de contactar a una especialista para saber si también tenía el síndrome y era un savant; es decir, una persona con competencias mentales extraordinarias.

Tras una serie de resonancias cerebrales, lo confirmó y también supo que tenía sinestesia, trastorno por el que los sentidos se mezclan. Esto explicaba la forma en que veía las matemáticas.

Jason Padgett sintió un gran alivio al conocer su diagnóstico. "He visto a gente loca hablando solos y ellos no saben que se hablan a sí mismos... para ellos ese mundo que ven es real. ¿Qué pasaría si yo era este tipo que creía ver matemáticas en todos lados y no era así? (…) No tenía cómo comprobarlo", explicó.

Libro de Jason Padgett "Struck by genius" ("Un golpe de genialidad"). Foto: CBS News

Con el paso del tiempo, Padgett escribió un libro "Struck by genius" ("Un golpe de genialidad") y viajó por el mundo contando su historia. Su fama creció tanto que uno de sus atacantes del 2002 logró contactarlo y pedirle perdón. El genio de las matemáticas lo aceptó y felicitó porque también había mejorado su vida. "Volvería a pasar por todo lo mismo para lograr este despertar matemático. Es mágico", finalizó.