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Las críticas al Gobierno turco por su lenta respuesta al terremoto que ya deja más de 25.000 muertos

La ira e indignación también crece en Turquía por el “impuesto de terremotos”, sobre el cual el Gobierno nunca ha explicado públicamente cómo se invierte el dinero.

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Recep Tayyip Erdoga admitió “deficiencias” en su respuesta a la crisis cuando el número de víctimas mortales del terremoto superó los 15.000. Foto: composición LR/AFP | Foto: composición LR/AFP

“Por supuesto, hay deficiencias, es imposible estar preparado para una catástrofe así”, respondió el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, a la lluvia de críticas que está recibiendo su Gobierno por la insuficiente reacción frente a los dos terremotos que azotaron el país el lunes 6 de febrero. El balance de muertos no deja de crecer. Las últimas cifras lo sitúan en 25.401, 21.848 de ellos en Turquía y 3.553 en Siria.

Los ciudadanos afectados por los sismos y políticos opositores cuestionan al Gobierno turco por su lenta respuesta y una pobre preparación ante el desastre. Por su parte, el mandatario reconoció que hubo problemas al inicio “con los aeropuertos y las carreteras, pero hoy las cosas se están volviendo más fáciles y mañana serán más fáciles aún”. Erdogan se expresó de esta forma tras su visita a la provincia de Hatay (sur), una de las más afectadas.

Recep Tayyip Erdoga visitó la provincia de Hatay (sur), una de las más afectadas, tras los terremotos de 7.8 y 7.5 que azotaron al país. Foto: The Economic Times

Los equipos de rescate continúan la búsqueda de miles de personas que —se sospecha— están atrapadas entre los escombros, pero la esperanza se agota ante las gélidas temperaturas y la superación del plazo de 72 horas que se considera crucial para salvar vidas.

Los daños en las carreteras han hecho más difícil el desplazamiento de asistencia a las áreas rurales y los sobrevivientes han tenido que soportar las frías temperaturas sin refugio.

Alrededor de 23 millones de personas están “potencialmente en riesgo, incluidos unos cinco millones de ciudadanos vulnerables”, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), que teme una grave crisis sanitaria, con enfermedades como el cólera, que causaría aún más daños que el terremoto. 

“Sobreviviemos al terremoto, pero aquí moriremos de hambre o frío”, declaró una persona de 64 años en Antakya, en la provincia de Hatay. 

Los rescates continúan a contra reloj tras la superación de 72 horas que una persona en promedio tiene para sobrevivir atrapada bajo los escombro. Foto: AFP

“¡Demasiado tarde!”

En algunas de las regiones turcas más afectadas, las familias se quejaron de la lentitud de los esfuerzos de rescate, pues eso significa que aún no han recibido ayuda para retirar los escombros de sus domicilios en busca de sus parientes desaparecidos.

Arzu Dedeoglu, una ciudadana turca del puerto Iskenderum, contó que sus dos sobrinas murieron al no ser rescatadas a tiempo cuando estaban atrapadas bajo los escombros. Su familia había contratado una excavadora con sus propios recursos para remover los fierros y cemento, pero, según la mujer, las autoridades no les permitieron usarla.

“Esperamos hasta tarde en la noche, pero nadie llegó”, dijo Dedeoglu. “Trajimos una caterpillar (excavadora) por nuestros propios medios, pero no nos dejaron usarla, nos lo impidieron. Tenemos dos niñas bajo los escombros: las hijas de mi hermana, Aysegul e ílayda. Ya las perdimos, las perdimos”, añadió. 

 Rescatistas y civiles buscan sobrevivientes bajo los escombros de edificios derrumbados en Nurdagi, en el campo de Gaziantep. Foto: AFP

“¿Dónde han ido nuestros impuestos? 

La ira e indignación también crece en Turquía por un “impuesto de terremotos” recaudado por el Gobierno tras el devastador sismo de 1999, que cobró la vida de más de 17.000 personas. 

Cada vez que hay un sismo en el país surgen cuestionamientos sobre el “impuesto especial de comunicación” —como lo llaman las autoridades—, pero el Gobierno nunca ha explicado públicamente cómo se invierte el dinero. 

Se supone que unos US$4.600 millones debieron haber sido invertidos en la prevención del desastre y el desarrollo de los servicios de emergencia, reporta la BBC. 

Recep Tayyip Erdoğan es un político turco, presidente de Turquía desde agosto de 2014. Foto: AFP

"¿Dónde han ido todos nuestros impuestos recaudados desde 1999?", se preguntó Cele Deniz, citado por la agencia AFP en la ciudad de Gaziantep. Su hermano y sus sobrinos permanecen atrapados bajo los escombros. 

Los usuarios en las redes sociales también se han quejado de algunos canales de televisión pro-Gobierno de “callar” los reclamos de los damnificados. En varios videos en línea se ve cómo los reporteros hacen oídos sordos a las críticas de “¿dónde está el Estado?” y “la asistencia es inadecuada”.

Turquía restringió acceso a Twitter por ola de críticas al Gobierno 

El acceso a Twitter fue bloqueado el miércoles 8 de febrero en las principales redes de telefonía móvil de Turquía, en medio de las críticas en línea respecto a la poca respuesta del Gobierno al terremoto del último lunes.

El organismo de supervisión de la gobernanza de internet netblocks.org señaló que el acceso a Twitter está restringido a través de varios proveedores de servicios de internet en el país. “Turquía tiene una larga historia de restricciones a las redes sociales en emergencias nacionales e incidentes de seguridad", agregó el organismo.

El bloqueo se produjo cuando el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, viajaba a dos de las provincias turcas más afectadas, en particular a Kahramanmaras, epicentro del terremoto. 

NetBlocks confirmó que el 8 de febrero Twitter fue restringido en Turquía. Foto: captura/Twitter @netblocks

Hasta este miércoles, la Policía turca arrestó a una docena de personas que criticaron en las redes al Gobierno por su respuesta a la crisis. Las redes sociales del país están inundadas de mensajes de personas que se quejan de la falta de esfuerzos de rescate y búsqueda de víctimas en sus zonas, especialmente en la provincia de Hatay.