El título del perro más longevo vivo del mundo ha sido otorgado a Bobi, un can de 30 años que vive con una familia en Portugal. Habían pasado dos semanas desde que este reconocimiento lo ganó Spike, una mezcla de chihuahua de 23 años de Ohio, cuando se reveló la existencia de Bobi, que no solo es el más viejo con vida, sino el que cuenta con más edad de todos los tiempos. Pero su historia es aún más sorprendente, ya que esta mascota casi es enterrada cuando era un cachorro. En esta nota, te la relatamos.
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Bobi tiene 30 años y ha residido toda su vida con la familia Costa en la aldea rural de Conqueiros, en Leiria, Portugal. El can es un mastín portugués puro, cuyo promedio de vida está entre los 12 y 14 años. Pero esta mascota ha vivido más del doble de lo que se esperaba y, haber llegado a esta edad, es aún un mayor logro cuando se considera que este animal casi es enterrado al ser cachorro.
Su historia ha sido calificada como milagrosa. Bobi nació como uno de cuatro cachorros machos en una dependencia donde la familia Costa almacenaba leña. "Tenía ocho años", contó Leonel Costa, de 38 años. "Mi padre era cazador y siempre tuvimos muchos perros", añadió.
A la derecha, Spike, el perro que mantuvo el récord del can más longevo vivo, hasta que llegó Bobi (en la izquierda). El cruce de chihuahua parece mirarlo con 'rabia'. Foto: composición LR/Récord Guinness
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Sin embargo, el nacimiento de estos cuatro cachorros significaba mucho por sostener para la familia Costa. Leonel cuenta que en aquella época era considerado normal enterrar a los animales en agujeros para que no sobrevivan si no se podía tener más en casa. Es así que, cuando los perritos nacieron, los padres de Leonel los apartaron de su madre, llamada Gira.
Pero, en los días posteriores, Gira seguía yendo al cuarto donde sus cachorros habían nacido. "Nos pareció extraña la situación, porque si los animales ya no estaban allí, ¿por qué iba a ir ella?", relató Leonel a Récord Guinness.
Cuando siguieron a la perra, se dieron cuenta de que un cachorro todavía permanecía ahí. Posiblemente, porque estaba camuflado entre toda la madera y pasó desapercibido.
Entonces, Leonel y sus hermanos decidieron mantener en secreto la existencia de Bobi. "Sabíamos que, cuando el perro abriera los ojos, mis padres ya no lo enterrarían", narró el dueño. "Era de conocimiento popular que este acto no podía ni debía hacerse", agregó.
Bobi, quien no solo destronó a Spike como el can más longevo vivo, sino también a Bluey, un perro de Australia que alcanzó a cumplir los 29 años (de 1910 a 1939); tiene una rutina muy tranquila actualmente. Leonel, su dueño, opina que una de las razones de su longevidad es el "entorno tranquilo y pacífico, lejos de las ciudades", en que vive.
Bobi en el 2021. Foto: Récord Guinness
Según Leonel, Bobi nunca ha estado encadenado ni atado a una correa y siempre ha sido libre de correr en los bosques y tierras de cultivo que rodean la casa de la familia Costa. Actualmente, los veterinarios reconocen que la mascota goza de buena salud para su edad. Y eso que Bobi ha vivido ingiriendo la misma comida que consume los parientes de Leonel, aunque este se la remoja en agua para quitarle la mayoría de condimentos. Además, actualmente el perro bebe enormes cantidades de agua. "Alrededor de un litro al día", señaló su dueño.
A pesar de que el can es "el último de una larga generación de animales" en la familia Costa, ha mantenido este legado por más tiempo que cualquier otro perro en el mundo. Todo parece indicar que, incluso, llegará a los 31 años, cuando celebre un nuevo año de vida en mayo del 2023.