La historia de Frodo, el chimpancé que asesinó a una niña de un año, conmocionó al mundo. El primate, además, devoró a la menor en el Parque Nacional de Gombe, en Tanzania. El hecho fue considerado inusual por la violencia y ensañamiento que ejerció el animal contra la menor, que fue hallada tras una intensa y larga búsqueda. El primate fue llamado así por la antropóloga británica Jane Goodall, que se basó en el personaje de "El señor de los anillos", del famoso escritor J.R.R. Tolkien.
El animal nació el 30 de junio de 1976 y desde que era pequeño se detectó que tenía comportamientos extraños y violentos. Los cuidadores pensaron que dichos rasgos representaban simples travesuras y lo dejaron pasar.
Frodo aprendió a lanzar piedras a las personas que visitaban el parque de Tanzania. Nadie explicaba qué motivaba estos ataques porque los senderos por donde andaban turistas solían estar alejados de donde habitaban los primates. Con el paso del tiempo, las actitudes se volvieron preocupantes y se empezó a evaluar el peligro para los visitantes del recinto donde vivía el animal.
Testimonios de los habitantes de la zona y cuidadores cuentan que el mono derribó y lastimó a varias personas; sin embargo, pese a las alarmas, no se tomaron medidas preventivas.
Hasta que la tragedia ocurrió el 15 de mayo de 2002. Cuando una familia caminaba por el parque nacional, Frodo decidió atacarla: la persiguió a través de los árboles y raptó a la menor de los brazos de su madre, llamada Rukia Sadiki. Inmediatamente, se activó el protocolo de búsqueda hasta que lograron encontrar el cadáver de la niña con el cuerpo mordido.
“Frodo mató a un bebé humano, algo que habíamos predicho que ocurriría durante mucho. Los chimpancés son cazadores y, aunque en Gombe su presa favorita son los bebés de mono, los seres humanos son otro tipo de primate”, dijo en su momento Jane Goodball.
Pese a los pedidos, el chimpancé no fue sacrificado y falleció el 10 de noviembre de 2013 tras padecer complicaciones por una herida que se infectó a los 37 años.