Amber McLaughlin será la primera persona ejecutada en Estados Unidos en 2023
Solo el gobernador de Misuri, Mike Parson, podría evitar que se cumpla la pena de muerte concediéndole el indulto.
Este martes, Amber McLaughlin, de 49 años, se convertirá en la primera persona ejecutada en Estados Unidos en el 2023. Su pena de muerte consiste en recibir una inyección letal por asesinar a su exnovia en el 2003, en un suburbio de la ciudad de San Luis, en Misuri.
De acuerdo a las investigaciones, McLaughlin acosó a su expareja, al punto de que esta se vio obligada a solicitar medidas de protección.
El día del crimen, McLaughlin la esperó a la salida del trabajo, abusó de ella y la mató. Finalmente, se deshizo de su cuerpo en el río Mississippi.
Al final de su juicio en 2006, un jurado la declaró culpable del asesinato, pero no pudo ponerse de acuerdo sobre la sentencia. El juez de primera instancia intervino e impuso la pena de muerte, permitida en los estados de Misuri e Indiana.
Tratando de apelar la decisión con el hecho de que un jurado no condenó a muerte a McLaughlin, sus abogados pidieron al gobernador de Misuri, Mike Parson, que sustituyera su sentencia por cadena perpetua.
“La pena de muerte considerada aquí no refleja la conciencia de la comunidad sino la de un solo juez”, argumentaron en su pedido de clemencia, añadiendo también la difícil infancia y los trastornos psiquiátricos de McLaughlin.
Su solicitud obtuvo el apoyo de personas de alto perfil, incluidos dos miembros de la Cámara de Representantes de Estados Unidos por el estado de Misuri, Cori Bush y Emanuel Cleaver.
Incluso, en una carta al gobernador, señalaron que el padre adoptivo de McLaughlin solía golpearla con una porra y hasta la electrocutaba. “Junto a estos horribles abusos, ella lidió en silencio con cuestiones de identidad de género”, escribieron.
Los informes de prensa dicen que McLaughlin comenzó su transición de género en los últimos años, pero ha seguido recluida en la sección de hombres del corredor de la muerte en Misuri.
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Según el Centro de Información sobre la Pena de Muerte (DPIC), que busca abolir ese castigo en Estados Unidos, aún no se ha ejecutado a ninguna persona abiertamente transgénero en el país.
No obstante, el tema ha llamado más la atención en los últimos meses, cuando la Corte Suprema de Ohio confirmó una sentencia de muerte contra una mujer transgénero y el estado de Oregón conmutó otra, de acuerdo a la DPIC.
Desde el ingreso del gobernador Parson, quien asumió el cargo en 2018, nunca ha concedido una solicitud de clemencia.