Si hay un hombre que ha demostrado amar su soledad, ese es Ken Smith. A la edad de 34 años, él dejó todo para instalarse en una pequeña cabaña ubicada en los alrededores del páramo pantanoso de Rannoch Moor, en Escocia. No tiene hijos ni esposa. Actualmente, tiene 74 años y puede jactarse de haber sobrevivido por cuatro décadas en una casa sin energía eléctrica. Su vida es la de un ermitaño que decidió alejarse de la civilización, pero, para su sorpresa, su historia se hizo conocida en todo el mundo y hoy muchos buscan verlo y tener contacto con él.
Ken Smith nació en Inglaterra, pero por cosas del destino terminó viviendo en Escocia, exactamente en la zona denominada Tierras Altas. Cerca a su cabaña, hay una laguna a la que se le conoce como el ‘lago solitario’. “Es una vida agradable. Todo el mundo desea poder hacerlo, pero nadie lo hace”, señaló Smith para la BBC en 2021. Pero ¿cómo ha vivido todos estos años?
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Hasta los 26 años de edad, Smith tuvo una vida como la de muchas otras personas. Laboraba como constructor de estaciones de bomberos y solía salir a divertirse los fines de semana. Sin embargo, en una de sus salidas nocturnas, fue golpeado por un grupo de vándalos. Los delincuentes le pegaron tan fuerte que le produjeron una hemorragia cerebral.
Perdió el conocimiento durante 23 días. Muchos de los médicos pensaron que no se recuperaría del todo y que el incidente le dejaría serios problemas de salud. “Dijeron que nunca me recuperaría. Dijeron que nunca volvería a hablar, que nunca volvería a caminar, pero lo hice”, señaló a la BBC.
Cuando consiguió reponerse, sintió que tenía una segunda oportunidad de vivir. Adoptó como filosofía de vida seguir únicamente sus propias reglas. Nadie más le diría qué hacer. “Decidí que nunca viviría en los términos de nadie más que en los míos”, acotó el citado medio.
Ken Smith tiene 74 años de edad y ha vivido durante 40 años alejado de la civilización. Foto: captura Uruna Producciones
Lo primero que hizo fue buscar mayor contacto con la naturaleza. Para esto, viajó a Canadá, exactamente a Yukón. En esta región, decidió caminar al menos 35.000 kilómetros sin ningún destino fijo. Durante este tiempo, su padre y su madre fallecieron. Él no supo la noticia hasta que volvió a su hogar. En un principio, no le afectó la pérdida de sus progenitores, pero con el tiempo este recuerdo le sacó más de una lágrima.
Cuando llegó a Rannoch, en Escocia, sintió la nostalgia de quedarse solo. Esto lo llevó a pensar cuál era el lugar más alejado de Gran Bretaña, tierra donde creció. “Estuve dando vueltas y seguí cada bahía y cada cumbre donde no hubiera una casa construida. Cientos y cientos de kilómetros de nada. Miré al otro lado del lago y vi este bosque”, relató. Cuando encontró dicho territorio en el país europeo, su llanto cesó y optó por construir una cabaña para vivir.
Tras sufrir un derrame cerebral a los 26 años, Ken Smith decidió tener mayor contacto con la naturaleza. Foto: captura BBC
Hoy, su cabaña carece de electricidad y agua potable. Tampoco tiene gas, ya que solo posee un fogón de leña. No sabe usar celulares, ni los necesita, según su criterio. Para no morir de hambre, cultiva todo tipo de verduras y recoge frutas del bosque.
Come principalmente pescado. Él obtiene estos recursos en el lago que se ubica cerca a su vivienda. “Si quieres aprender a vivir una vida independiente, lo que tienes que hacer es aprender a pescar”, declaró a la BBC.
Ken Smith vive en una cabaña sin agua ni energía eléctrica desde hace 40 años. Foto: captura BBC
Pero no todo ha sido fácil para Ken Smith. En 2019, se vio obligado a dejar su cabaña debido a que sufrió un derrame cerebral. Pudo ser encontrado y trasladado un hospital ubicado en la zona de Fort William. Ahí pasó seis semanas. Los especialistas inventaron convencerlo que regrese a la civilización; sin embargo, optó por volver al bosque.
En los últimos años, ha recibido ayuda del jefe de cazadores de la zona, quien en ocasiones le lleva comida. Además, si bien ha tenido algunas intervenciones médicas de emergencia, él señala no sentirse preocupado de lo que repara en un futuro. “No vinimos a la tierra para siempre. Me quedaré aquí hasta que lleguen mis últimos días (...) He tenido muchos incidentes, pero parece que los he sobrevivido a todos”, sentenció.
Ken Smith considera que va a quedarse en el bosque hasta que fallezca. “No vinimos a la tierra para siempre. Me quedaré aquí hasta que lleguen mis últimos días, definitivamente. He tenido muchos incidentes, pero parece que los he sobrevivido a todos”, declaró.
Ken Smith ha señalado que se quedará en el bosque hasta que fallezca. Foto: BBC
En el diálogo con la BBC, Ken Smith señaló que no descarta enfermarse en determinado momento. “Algo me sucederá que me llevará un día como a todos los demás. Pero espero llegar a 102 años”, indicó.
Con su extensión de páramos salpicados de brezos, turberas y lagos cubiertos de niebla, Rannoch Moor ofrece una introducción al paisaje salvaje de las Tierras Altas de Escocia. Vastos, remotos e inhabitables, los páramos se extienden a lo largo de 12.800 hectáreas (128 kilómetros cuadrados) entre Glencoe y Loch Rannoch, y han sido durante mucho tiempo un lugar favorito para excursionistas y fotógrafos que buscan escapar de los caminos trillados.
La forma más fácil de disfrutar del espectacular paisaje de Rannoch Moor es dar un paseo en el West Highland Railway, una ruta histórica que atraviesa un tramo de páramos de 23 millas. Alternativamente, una serie de senderos para caminatas, ciclismo y 4x4 ofrecen la oportunidad de descubrir los páramos escarpados y las montañas circundantes, así como observar la vida silvestre nativa como el ciervo rojo y el corzo, la ardilla roja, el águila real e incluso el esquivo gato montés escocés.
Ken Smith vive en la zona de Rannoch Moor, en Escocia. Foto: Visit Scotland