Miami. EFE
Veintiséis exjefes del Estado y del Gobierno de España y Latinoamérica mostraron su preocupación ante la “persecución religiosa desatada por la dictadura” del presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, e instaron al papa Francisco a que salga en defensa del pueblo nicaragüense y su libertad religiosa.
En una declaración, los exmandatarios participantes de la Iniciativa Democrática de España y las Américas (IDEA) pidieron a Francisco una “firme postura” ante la “quema de iglesias y la salvaje destrucción de las imágenes de culto católico” en el país centroamericano, delitos que “emulan las persecuciones del nazismo y la quema de libros en 1933″.
El propósito, subraya IDEA, no es otro que “destruir las raíces culturales y espirituales del pueblo nicaragüense a fin de dejarlo en la anomia” para que resulte “presa fácil” mediante la “destrucción de su dignidad y raíces culturales”, como lo revela la reciente clausura de la Academia Nicaragüense de la Lengua (ANL).
En su declaración sobre el régimen de Ortega y Rosario Murillo, los exjefes del Estado denuncian la actual “persecución agravada de la libertad religiosa” tras la reciente “criminalización de líderes políticos y sociales” y el “cercenamiento radical” de toda libertad de expresión y de prensa.
Dictadores. Daniel Ortega y su esposa, Rosario Murillo. Foto: EFE
“Ahora, (el régimen nicaragüense) avanza hacia la persecución de los líderes episcopales católicos, los sacerdotes y las religiosas”, incluso con su expulsión del territorio nacional, como es el caso de las emblemáticas Misioneras de la Caridad, dice IDEA.
Firman la declaración Óscar Arias, Laura Chinchilla, Luis Guillermo Solís y Miguel Ángel Rodríguez, de Costa Rica; José María Aznar (España); Vicente Fox, Rafael Ángel Calderón y Felipe Calderón (México); Mireya Moscoso y Nicolás Ardito Barletta (Panamá), y Carlos Mesa y Jorge “Tuto” Quiroga (Bolivia).
También son signatarios Alfredo Cristiani, de El Salvador; Mauricio Macri, de Argentina; Sebastián Piñera y Eduardo Frei, de Chile; Luis Alberto Lacalle, de Uruguay; Lucio Gutiérrez, Osvaldo Hurtado y Jamil Mahuad, de Ecuador; Iván Duque, Andrés Pastrana y Álvaro Uribe, de Colombia; y Juan Carlos Wasmosy y Federico Franco, de Paraguay.
Organizaciones civiles opositoras pidieron al papa Francisco que denuncie la grave persecución que sufren los sacerdotes nicaragüenses por parte de la dictadura de Ortega.
Desde abril del 2018, cuando estalló una revuelta popular por unas controvertidas reformas a la seguridad social y que fueron neutralizadas a la fuerza por el Estado, se ha implantado un régimen de violencia y de terror en Nicaragua, que pretende ahogar las protestas ciudadanas y callar las voces contra la dictadura de Ortega y Murillo.