El papa Francisco llegó este domingo a Canadá para una “peregrinación penitencial”, durante la cual pediría perdón a los indígenas sobrevivientes de abusos cometidos en escuelas residenciales dirigidas por la Iglesia católica.
El pontífice argentino, de 85 años, aterrizó en Edmonton, oeste de Canadá, iniciando la primera de las tres etapas de su viaje de seis días. Fue recibido, a la salida del avión, por el primer ministro Justin Trudeau y por la inuit Mary Simon, representante de la reina Isabel II.
Francisco se dirigirá también a Quebec e Iqaluit, la capital del territorio de Nunavut, ciudad del norte del país, sobre el archipiélago ártico, antes de emprender el retorno, el viernes.
Gira del Papa Francisco en Canadá será del 24 al 30 de julio. Foto: EFE
Antes de su partida de Roma, el papa envió un mensaje en Twitter a sus “queridos hermanos y hermanas de Canadá”.
“Vengo entre ustedes para reunirme con los pueblos autóctonos. Espero que, con la gracia de Dios, mi peregrinación penitencial pueda contribuir al camino de reconciliación ya iniciado. Por favor, acompáñenme con la oración”, escribió.
En el avión insistió ante los periodistas acerca del carácter penitencial de su visita, consagrada principalmente a las poblaciones amerindias autóctonas que hoy representan el 5% de los habitantes de Canadá y que se identifican en tres grupos: Primeras Naciones, Metis e Inuit.
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Estos últimos fueron sometidos durante décadas a una política de asimilación forzada, fundamentalmente a través de un sistema de pensionados para niños, subvencionados por el Estado, pero administrados en su gran mayoría por la Iglesia.
Alrededor de 150.000 niños autóctonos se matricularon desde finales del siglo XIX hasta la década de 1990 en 139 escuelas residenciales, donde pasaron meses o años aislados de sus familias, su idioma y su cultura.
Muchos de ellos fueron abusados física y sexualmente por directores y maestros y hasta 6.000 murieron por enfermedad, desnutrición o negligencia.
Canadá está abriendo paulatinamente los ojos a este pasado calificado como “genocidio cultural” por una comisión nacional de investigación.
El pontífice argentino, que planea reiterar las disculpas presentadas en Roma a las delegaciones canadienses que lo visitaron en abril, podría igualmente efectuar algunos gestos simbólicos, como la restitución de objetos de arte indígenas conservados en el Vaticano desde hace décadas.
Francisco se reunirá por primera vez con miembros de los pueblos indígenas hoy en Maskwacis, provincia de Alberta, unos cien kilómetros al sur de Edmonton, donde se esperan hasta 15.000 personas.
Alberta fue la provincia con mayor número de internados.
“Para mí, llega demasiado tarde porque mucha gente ha sufrido”, lamenta Linda McGilvery, una residente de 68 años en los alrededores de Saint-Paul (200 km al este de Edmonton), que pasó ocho años de su infancia en un internado.
“Perdí mucho de mi cultura, de mi ascendencia”, lamenta esta mujer de la Nación Cree de Saddle Lake que no irá a ver al papa.
Hoy en la tarde, el líder espiritual de millones de católicos tiene previsto pronunciar un segundo discurso en la Iglesia del Sagrado Corazón de los Primeros Pueblos de Edmonton.
Y el martes celebrará una misa en un estadio de Edmonton, donde unas 65.000 personas son esperadas.