Alejo Garza Tamez había trabajado muy duro durante varios años en el sector maderero para adquirir el Rancho San José, una propiedad ubicada en Tamaulipas, México, y en la que el hombre se dedicaba a varias actividades como la pesca, agricultura, ganadería y la caza. De hecho, Don Alejo, como lo llamaban sus conocidos, era uno de los cazadores más habilidosos de la zona y había sido condecorado con diversos premios en esta disciplina.
Don Alejo ganó distinciones como cazador. Foto: El valiente solo ve la muerte una vez
Aparte de sus pasiones por los temas del campo, Don Alejo era amante de la fotografía, un padre amoroso, y un esposo dedicado. A su esposa, Leticia Torrijo, le había regalado un hermoso rosal días antes de la valerosa jornada que acabaría con su vida, cuando un grupo armado, ligado al cartel de narcotráfico de Los Zetas, le exigió que abandonara su vivienda.
El hombre, que por entonces tenía 77 años, decidió que no entregaría el trabajo de toda su vida a la delincuencia. Al recibir la amenaza, en 13 de noviembre de 2010, Don Alejo citó a sus trabajadores y les pidió que no acudan a trabajar al día siguiente. Don Alejo se quedó solo, y dentro de su propiedad, planteo una estrategia para pelear solo contra el crimen organizado.
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El septuagenario colocó armas en todas las puertas y ventanas del rancho, y cuando llegaron los atacantes, durante la madrugada del 14 de noviembre, Don Alejo se defendió.
El grupo armado comenzó el ataque disparando al aire, acción a la que Garza Tamez respondió con balazos. Ambas partes se enfrascaron en un habilidoso enfrentamiento, que obligó a los delincuentes a incrementar el ataque con granadas de mano. No obstante, pese a poseer menos municiones que sus contrincantes, Don Alejo no se rindió.
La batalla terminó cuando en ninguno de los dos bandos hubo quien disparara. Don Alejo falleció debido a un tiro en la cabeza y otro en el pecho, pero antes de perder la vida, había logrado abatir a 4 delincuentes, y dejar heridos a dos de ellos. La Armada de México encontró el rancho destrozado por varios impactos de bala, y ni los artículos más pequeños, como las tazas y los platos, se salvaron.
La historia de Don Alejo, rápidamente, se volvió parte de la cultura popular. A lo largo de los años se le ha dedicado canciones, libros, un cortometraje ‘El valiente ve la muerte sólo una vez’, y hasta un cómic que cruzó las fronteras de México.
Así quedo el rancho de Don Alejo tras el ataque. Foto: Don Alejo falleció a los 77 años, tras el enfrentamiento. Foto: El valiente solo ve la muerte una vez
Pese a haber mostrado una valentía insuperable para defender su rancho, y a la genialidad con que la historia es recordada por los miles de mexicanos, el expediente del caso de Don Alejo no contiene información de ningún sospechoso, ni condenas contra el crimen.
Actualmente, la finca es dirigida por la esposa y las hijas de Garza Tamez, quienes aún esperan justicia por la muerte del osado empresario.