Megan Hess, la operadora de una funeraria de Colorado (Estados Unidos), fue acusada de vender ilegalmente partes de los cuerpos que ingresaban a su establecimiento, engañando a los familiares de los fallecidos y entregándoles cenizas falsas. La mujer se ha declarado culpable.
Hess podría ir a prisión por 20 años luego de aceptar los cargos que se le imputaron, este martes 5 de julio, en la ciudad de Grand Junction, informa el diario Daily Sentinel. Además, informan que, debido al acuerdo de culpabilidad, otros cargos podrían ser retirados.
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Tanto Hess como su mamá, Shirley Koch, fueron detenidas en 2020. Ambas fueron acusadas de seis cargos de fraude postal. Madre e hija operaban la funeraria Sunset Mesa en la ciudad de Monstrose.
Hess creó una organización sin fines de lucro en 2009 llamada Sunset Mesa Funeral Foundation, que comercializaba con los cuerpos y hacía negocios con servicios de donantes.
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Una acusación del gran jurado alegó que, desde 2010 hasta 2018, el local se ofreció a incinerar a personas fallecidas por más de 1.000 dólares, pero nunca concretaban los trabajos.
En muchas ocasiones, Hess y Koch transfirieron cuerpos a terceros sin que las familias lo conocieran, según el Departamento de Justicia de Estados Unidos.
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Aunque inicialmente las detenidas se declararon inocentes, eventualmente, cambiaron su discurso con la esperanza de formar un acuerdo que reduzca su sentencia.
Los fiscales recomendaron que Hess vaya a prisión entre 12 y 15 años.