Cargando...
Mundo

¿Cómo fue la devastadora viruela humana erradicada hace 42 años?

En 1980, integrantes de la OMS declararon, en una conferencia en Ginebra, que “todos los pueblos” estaban “librados de la viruela”. En la actualidad, una variante enciende las alertas sanitarias de varias regiones en el mundo.

larepublica.pe
Las personas que padecieron este mal presentaron síntomas como fiebre, malestar corporal, fatiga, dolor muscular e hinchazón en los ganglios de la garganta, lo que desencadenaba tos. Foto: difusión

La viruela, enfermedad infecciosa y de carga viral, fue una de las enfermedades más terribles que azotó al mundo durante varios años, el siglo pasado. En registros oficiales médicos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), se contabilizan a más de 300 millones de personas fallecidas por este mal.

Hace dos años, se conmemoró el 40° aniversario de la declaración formal de la erradicación de la viruela en la trigésima tercera Asamblea Mundial de la Salud. En este recordatorio se hace énfasis en el trabajo colectivo de profesionales que, por primera vez en la historia, hacían desaparecer una enfermedad de tipo infeccioso.

¿Qué síntomas presentaron los contagiados con viruela?

Las personas que padecieron este mal presentaron síntomas como fiebre, malestar corporal, fatiga, dolor muscular e hinchazón en los ganglios de la garganta, lo que desencadenaba tos. Sin embargo, lo que más llamaba la atención era la presencia de pústulas cutáneas (erupciones en la piel), que dejaban cicatrices notorias en los pacientes.

De siete a 19 días, la persona padecía los síntomas anteriormente mencionados. En muchos casos, el implemento médico fue nulo o los pacientes fueron tantos que los centros de salud quedaban desabastecidos de medicinas para todos.

¿Cómo lograron erradicarla?

Los métodos que empleaban algunos grupos de personas para ‘inmunizarse’ contra el virus eran diversos, uno de los más importantes e iniciales se dio en el continente asiático, en países como China e India, donde practicaban la variolización. Esto se trató de inhalar los restos de pus o pústulas de los pacientes, o inocularse el virus en alguna superficie expuesta de la piel.

Este mecanismo de inmunización continuó incluso cuando se creó y difundió información sobre una vacuna contra la viruela; sin embargo, tras una ardua campaña de prevención, tratamiento y diagnóstico, lograron aminorar poco a poco la cantidad de casos positivos al virus.

El último caso positvo se registró en Bangladesh en 1975 y en 1977 un caso leve en Somalia. A pesar de que existía la vacuna y que no se presentaba un aumento considerable en el mundo, el nivel de contagio seguía siendo importante y, por ello, una fotógrafa médica británica que investigaba la viruela se contagió y murió en 1978.

¿La viruela del mono sería tan fuerte como la de hace 40 años?

En los último días, se ha conocido que la viruela del mono se expandió en países como España, Portugal, Reino Unido, Bélgica, Australia, Suecia, Alemania, Francia, Estados Unidos y Canadá. Incluso, en Sudamérica, naciones como Perú han activado su alerta sanitaria.

Sin embargo, pese a los contagios en los territorios mencionados, aún no hay una afirmación para decir que la viruela del mono se convertirá en una pandemia. Según la experta española Ángela Domínguez, catedrática de medicina preventiva y salud pública de la Universidad de Barcelona, el virus no es nuevo como lo fue el SARS-CoV-2, y por ello podría controlarse en menor tiempo.

Asimismo, recomienda no banalizar la enfermedad, porque, pese a que no hay muchos casos en la actualidad, no significa que no crezca si no se aplica una política de prevención certera.

“La OMS dice que también se puede extender por gotículas respiratorias y aerosoles. Eso hay que tenerlo en cuenta. Lo que está claro es que para que a ti te afecte tiene que ser un contacto estrecho”, sostuvo la experta. “Estamos todavía en una pandemia, la del COVID-19. Y si algo hemos aprendido es que hay que seguir y vigilar los casos, pero hay que tomar medidas y establecer recomendaciones en base a la evidencia científica”, reconoció Domínguez.