Un total de 60 personas murieron, este sábado 7 de mayo, en un bombardeo de Rusia hacia una escuela en la región de Lugansk, en el este de Ucrania. Las víctimas eran civiles, según declaró este domingo el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski.
“Ayer, sin ir más lejos, en el pueblo de Bilogorivka, en la región de Lugansk, una bomba rusa mató a 60 civiles”, afirmó Zelenski durante una intervención por videoconferencia en una cumbre del G7.
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“Estaban intentando refugiarse en el edificio de una escuela ordinaria que fue blanco de un bombardeo aéreo ruso”, añadió.
“Una bomba impactó en una escuela y 60 personas murieron bajo los escombros”, indicó por su parte el gobernador de la región de Lugansk, Serguii Gaidai, a la televisión Current Time TV.
“Todavía siguen habiendo bombardeos muy fuertes sobre Bilogorivka”, agregó.
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“Me gustaría verdaderamente creer que todavía hay gente que está viva allí”, dijo. Además, precisó: “En cuanto terminen los bombardeos, podremos empezar a retirar los escombros”.
El domingo por la mañana, Gaidai había declarado que “había un total de 90 personas” en el lugar cuando se produjo el bombardeo, de las cuales 27 se salvaron de morir, según él.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, está “horrorizado” por el bombardeo ruso de una escuela en el este de Ucrania, manifestó su vocero el domingo.
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“El secretario general está horrorizado por el ataque reportado el 7 de mayo contra una escuela en Bilohorivka, Ucrania, donde muchas personas buscaban aparentemente refugiarse de los combates”, dijo el vocero Stephane Dujarric en una declaración.
Guterres “reitera que los civiles y la infraestructura civil deben siempre ser preservados en tiempos de guerra”. Sostuvo también que este ataque es “otro recordatorio de que en esta guerra, como en tantos otros conflictos, son los civiles los que pagan el precio más alto”.