En Corea del Sur existe una “epidemia nacional” por la adicción a los medicamentos para dormir en la actualidad, así lo manifestó la doctora Ji-hyeon Lee, psiquiatra especializada en el sueño, a la BBC.
“Por lo general, lleva tiempo conciliar el sueño, pero los surcoreanos quieren dormir muy rápido y por eso toman medicamentos”, explicó la especialista.
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La doctora confesó que con frecuencia trata a clientes que toman hasta 20 pastillas para dormir por noche. No obstante, no existen estadísticas oficiales en la actualidad, pero se estima que 100.000 coreanos son adictos a los fármacos para dormir.
“La gente tiene sonambulismo. Van al refrigerador y comen muchas cosas inconscientemente, incluso alimentos crudos”, dice Lee, quien precisa que se han registrado casos de accidentes automovilísticos en el centro de Seúl causados por un paciente sonámbulo.
Para la profesional de la psicología, es común recibir en su consultorio a insomnes crónicos que sufren lo que se conoce como hiperactivación (que produce una activación cerebral y nos impide dormir bien).
Agregó que algunos de sus pacientes cuentan que hace décadas que no duermen más de unas pocas horas por noche. “Lloran, pero todavía les queda un hilo de esperanza cuando vienen a la consulta. Es una situación muy triste”, señaló.
La BBC relata la historia de Ji-Eun bega, quien comenzó a tener problemas para dormir cuando su horario de oficina se volvió tan extenuante que ya no podía relajarse.
Trabajaba desde las 7.00 a. m. hasta las 10.00 p. m. y, en los días más ocupados, la agente de relaciones públicas de 29 años solía quedarse en la oficina hasta las 3.00 a. m.. “Era casi como si hubiera olvidado cómo relajarme”, expresó.
Una de las naciones más privadas de sueño en el mundo es Corea del Sur. Además, tienen la tasa de suicidios más alta entre las naciones desarrolladas, el consumo más alto de licor fuerte y una gran cantidad de personas que toman antidepresivos.
En pocas décadas, el país se ha convertido en una de las naciones tecnológicamente más avanzadas del mundo luego de ser uno de los países más pobres del planeta.
Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos tienen una trayectoria similar; sin embargo, pueden aprovechar sus recursos naturales, pero Corea no tiene esa riqueza oculta.
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La nación asiática se transformó a sí misma por la pura dedicación de una población impulsada por un nacionalismo colectivo que los empujaba a trabajar más duro y más rápido.
Los ciudadanos están sobrecargados de trabajo, están estresados y están privados del sueño. Ante ese panorama, ha evolucionado una industria dedicada atender a aquellos que no pueden dormir.
Se estima que la industria del sueño tenía un valor de US$ 2.500 millones en 2019, reseña BBC.
En los últimos años, los grandes almacenes de Seúl están dedicados a los productos para dormir, desde las sábanas perfectas hasta la almohada óptima.
Las farmacias ofrecen estantes llenos de remedios herbales y tónicos para dormir, por ejemplo.
Corea del Sur es, históricamente, un país budista; sin embargo, los jóvenes piensan que la meditación es un pasatiempo de personas mayores.
En época pasada, los minidescansos de ese tipo estaban reservados para los jubilados que querían enseñanzas y oración. Ahora los participantes tienden a ser coreanos más jóvenes en edad laboral.
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‘’Tradicionalmente, era raro ver a jóvenes venir y buscar las enseñanzas budistas. Y (ahora) están sacando mucho provecho de sus interacciones con la estancia en el templo”, dijo el monje budista Hyerang Sunim.
No obstante, otros jóvenes piensan que debe existir un cambio en lo personal y en la sociedad en general.
‘’Todo empieza por mí; todos mis problemas parten de mi persona. Eso es lo que he aprendido aquí”, explicó la joven Lee Hye-ri.
Ella confesó a la BBC que terminó tan privada de sueño y estresada que decidió renunciar a su trabajo. “¿Cuál es el punto de trabajar tan duro ahora que logramos llegar tan alto como país?”, dice Ji-Eun. “Deberíamos poder relajarnos”, manifestó.