Michelle Tabilo, concejala de la Municipalidad de Estación Central, comuna de Santiago de Chile, presentó un oficio en su actividad fiscalizadora denunciando un hecho inédito. Una menor de 8 años de la zona tragó un chip de perro al comer un anticucho en la calle.
Ingerir el artefacto le habría afectado la salud, según el reporte de Tabilo publicado en su red social. El hecho fue presentado a la comuna el pasado martes 5 de abril.
Presentación de Michelle Tabilo sobre el hecho. Foto: captura.
Tabilo escribió: “Estimad@s vecin@s: el día de ayer (…) informé el caso de una vecina que consumió un anticucho en la calle; llegó al hospital por un malestar estomacal y lamentablemente tenía un chip de un perrito en el estómago”.
En la misma línea, la autoridad municipal propuso la “fiscalización de los alimentos en el comercio ilegal” para que este hecho no vuelva a afectar a vecinos de la comuna de Estación Central.
El microchip es un dispositivo electrónico del tamaño de un grano de arroz que se implanta en la parte superior del cuello de la mascota, por debajo de su piel. Está encapsulado en una cámara de cristal y recubierto con una capa de parylene (similar al látex), la cual hace que al entrar en contacto con el organismo quede fija en esa área y no se desplace por el cuerpo.
Su implantación se asemeja al proceso de inoculación de una vacuna. El microchip contiene un número único de 15 dígitos que identifica, como una cédula, a cada animal y a su respectivo propietario.
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La autoridad sanitaria dependiente del Ministerio de Salud, Seremi, junto al alcalde de Estación Central, Felipe Muñoz, fiscalizaron el lugar de los hechos y decomisó dos carros de comida callejera que circulaban en la calle de forma ilegal.
Asimismo, la autoridad edil confirmó a la prensa local la denuncia hecha por la concejala de la comuna Michelle Tabilo, quién dijo que una niña tuvo que ser asistida en un centro médico por tragarse un chip de perro tras comer un anticucho en la calle.
Alcalde