En una intervención en ruso colgada en internet la noche del sábado al domingo, el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, afirmó que los cadáveres de los soldados rusos estaban esparcidos en los campos de batalla y no habían sido recogidos.
“En lugares donde la lucha es particularmente feroz, la primera línea de nuestra defensa simplemente está llena de cadáveres de soldados rusos. Y nadie está retirando estos cuerpos”, manifestó.
Las nuevas unidades enviadas como refuerzos continúan su ofensiva pasando “sobre” los cadáveres, aseguró. “Quiero preguntar a los ciudadanos de Rusia, ¿qué les han hecho durante años para que no noten sus pérdidas?”, añadió.
Según Zelenski, más de 14.000 soldados rusos han muerto desde el inicio de la invasión.
El mandatario ucraniano, que hecho valer su herencia judía en su búsqueda de apoyo frente a la invasión rusa, se dirigirá por videoconferencia este domingo por la tarde al Parlamento de Israel, país que intenta mediar entre Moscú y Kiev.
Australia amplió este domingo sus sanciones contra Rusia, prohibiendo de inmediato las exportaciones de alúmina y bauxita, y prometió más armas y asistencia humanitaria para Kiev.
El veto a las exportaciones busca impactar la producción de aluminio en Rusia, que depende en un 20% de la alúmina de Australia, indicó el gobierno de Canberra.
El primer ministro británico, Boris Johnson, pidió este domingo a China tomar posición y condenar la invasión rusa de Ucrania, uniendo su voz a la de Zelenski, que el último sábado pidió a Pekín “condenar la barbarie” cometida por Moscú.
Unas 180.000 personas han logrado escapar de las zonas de combate a través de corredores humanitarios, según Zelenski, y 6.623 lo hicieron el sábado (de las cuales, 4.128 desde Mariúpol y 1.820, desde Kiev), según las autoridades ucranianas.
“Pero los ocupantes siguen bloqueando la ayuda humanitaria, especialmente alrededor de zonas sensibles. Es una táctica muy conocida (...) es un crimen de guerra”, afirmó el jefe de Estado.
Desde el 24 de febrero, más de 3,2 millones de ucranianos han emprendido el camino del exilio, casi dos tercios de ellos a Polonia.