Starlink, el servicio por internet satelital, se activó en Ucrania como una luz de esperanza asegurando y conservando intacta las telecomunicaciones en el territorio. A cinco días del inicio de la invasión militar rusa, la situación parece empeorar cada vez más, lo que provoca que muchos ucranianos abandonen sus hogares para ponerse a buen recaudo en países extranjeros.
Mientras que otros deciden quedarse para hacer frente a las tropas rusas y defender su territorio. En medio de dicho contexto, empiezan a llegar al país europeo los kits gratuitos para la instalación del internet de Starlink. Conoce cómo funciona el servicio y la importancia del mismo en el conflicto bélico.
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El último sábado 26 de febrero, el vice primer ministro de Ucrania, por medio de su cuenta de Twitter, solicitó a Elon Musk la activación de su servicio de internet satelital Stalink, en el marco del avance de la invasión rusa.
En ese sentido, el dueño y desarrollador del mecanismo respondió de inmediato al pedido del funcionario y envió equipos de instalación al territorio ucraniano para el uso de sus residentes.
Starlink es un servicio por internet satelital que fue desarrollado por SpaceX. Esta compañía es de propiedad del programador sudafricano Elon Musk.
El sistema se trata de una constelación de satélites que pretenden orbitar en todo el planeta con el fin de proveer de internet con banda ancha de alta velocidad a millones de personas en cada rincón, incluyendo las zonas rurales sin cobertura.
El servicio de internet satelital de Starlink funciona por medio de un kit de instalación sencillo de usar. Este ya está configurado para tu zona geográfica de ubicación y contará con una antena que se enchufa y debe apuntar al cielo, donde recibirá las señales y las enviará al router wifi que viene incluido en el paquete.
La web del proveedor de internet señala que la antena debe colocarse en una zona elevada y libre de obstáculos para no sufrir fallas de conexión en el servicio.
Este mecanismo cumple un rol importante en el marco del ataque ruso contra Ucrania porque permitirá la comunicación de millones de ciudadanos en el caso de que los ocupantes lleguen a destruir el sistema de telecomunicaciones local.