En medio de la guerra de Rusia y Ucrania, las fuerzas de Moscú destruyeron el Antonov AN-225 Mriya, considerado el avión más grande del mundo, informó este domingo 27 de febrero del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski. La nave, estacionada en el aeródromo de Gostomel (afueras de Kiev) no pudo despegar por falta de mantenimiento. Su reconstrucción tardaría unos cinco años y costaría cerca de 3.000 millones de dólares.
“Ayer, lamentablemente, perdimos nuestro Mriya. Un viejo sueño. Y ahora estamos construyendo uno nuevo”, dijo el presidente Zelenski.
Asimismo, la empresa Ukroboronprom señaló que para su reconstrucción se necesitarán más de 3.000 millones de dólares y alrededor de 5 años. Además, todos los gastos deberán ser cubiertos por Rusia: “Nuestra tarea es garantizar que estos costos sean cubiertos por la Federación Rusa, que ha causado daños intencionales a la aviación ucraniana y al sector de carga aérea”, se puede leer en el comunicado que emitió la compañía.
En esa línea, el ministro de Asuntos Exteriores, Dmitro Kuleba, también se pronunció sobre la destrucción de la nave. “Puede que Rusia haya destruido nuestro Mriya -’Sueño’ en ucraniano-, pero jamás podrán destruir nuestro sueño de un Estado fuerte, libre y democrático europeo. ¡Venceremos!”, escribió en su cuenta de Twitter.
AN-225 Mriya fue diseñado para transportar el transbordador espacial soviético Burán y realizó su primer vuelo en 1988. De igual forma, tiene una capacidad de 1.300 metros cúbicos y puede cargar alrededor de 250 toneladas.
Vladimir Putin, el presidente de Rusia, ordenó, este domingo 27 de febrero de 2022, poner en alerta máxima a las fuerzas de disuasión nuclear, tras las “declaraciones agresivas” de los principales países de la OTAN.
En una reunión con sus funcionarios, Putin también afirmó que las principales potencias de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) planean con Occidente imponer duras sanciones financieras contra Rusia.
Convoy de sistemas de lanza misiles balísticos intercontinentales Topol SS-25, del ejército ruso. Foto: AFP
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, habría enviado 400 mercenarios a Kiev, la capital de Ucrania, para asesinar al mandatario de ese país, Volodímir Zelensky. La información fue dada a conocer por el diario inglés The Times este lunes 28 de febrero, cuando ambos países en conflicto iniciaron las negociaciones para deponer las armas.
Según este medio, los asesinos a sueldo pertenecen al Grupo Wagner, una milicia privada dirigida por un aliado cercano a Putin, Yevgeny Prigozhin. Habrían llegado hace cinco semanas desde África con el objetivo de matar al líder ucraniano a cambio de una cuantiosa recompensa.
Putin confiaría más en el grupo de mercenarios que en sus propias tropas, sostiene The Times. Foto: composición LR/AFP
“Ya hemos recibido miles de peticiones de extranjeros que quieren sumarse a la resistencia a los ocupantes rusos y proteger la seguridad del mundo del régimen de (el presidente ruso, Vladímir) Putin”, afirmó la viceministra de Defensa ucraniana, Hanna Mailar, mediante Twitter.
Zelenski señaló que todo aquel que quiera unirse “a la defensa de la seguridad en Europa y en el mundo” puede llegar a Ucrania y luchar “codo a codo con los ucranianos contra los invasores del siglo XXI”. El ministro de Asuntos Exteriores de Ucrania, Dymtro Kuleba, explicó que los voluntarios deben ponerse en contacto con las misiones diplomáticas ucranianas en sus respectivos países.
Zelenski llamó a luchar "codo a codo con los ucranianos contra los invasores del siglo XXI". Foto: AFP
En 2016, dos años después de tomar Crimea, Rusia mostró las imágenes del nuevo modelo de sus fuerzas nucleares: el misil balístico intercontinental (ICBM), que tiene como nombre oficial el MS-28 Sarmat, pero que la OTAN le asignó la nomenclatura de Satan 2 o, en castellano, Satanás 2. Ese año entró en proceso de creación y en el 2018 en fase de pruebas.
De acuerdo al reporte de Sputnik en 2016, esta arma, que llegó para sustituir al misil de la URSS de nombre Voyevoda (Satan 1), puede destruir un territorio del “tamaño de Texas o Francia”. Tiene 40 megatones y, según una alarmante comparación, tiene la capacidad de 2.000 veces la bomba de Hiroshima. El dispositivo nuclear que usó Estados Unidos contra la ciudad japonesa solo tenía 0,02 megatones.
El presidente Vladimir Putin había indicado que esta arma iba a estar operativa en el 2022. Foto: composición LR/Sputnik/AFP/mapamundi