El Gobierno mexicano anunció este martes 28 de diciembre que permitirá el desembarque de cruceros con pasajeros contagiados de COVID-19, en medio de crecientes restricciones en otros países y la oposición de las administraciones locales.
El Gobierno prometió atender a los viajeros con COVID-19 y el reglamento sanitario internacional de la Organización Mundial de la Salud (OMS), según un comunicado conjunto de la Secretaría de Salud (SSa) y de Turismo (Sectur).
“En caso de que las personas que viajan en los cruceros presenten síntomas de la enfermedad COVID-19 o una prueba positiva al virus SARS-CoV-2, se les proporcionará la atención médica requerida”, afirmaron las dependencias.
El anuncio ocurre después de que las autoridades sanitarias de Jalisco, estado del Pacífico mexicano, negaran durante las últimas dos semanas el desembarco de dos cruceros en Puerto Vallarta porque el primero tenía 30 casos confirmados de COVID-19 y otro 21.
Además, este martes trascendió que, en medio de la expansión de la variante ómicron, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés) de Estados Unidos investigan el brote de COVID-19 de los últimos 7 días en 68 cruceros.
Las autoridades de Puerto Rico también impusieron este martes una serie de restricciones.
Pese a este riesgo, el Gobierno mexicano dijo que “las personas que no presenten síntomas podrán hacer sus actividades turísticas con respeto a las medidas básicas de prevención: uso correcto de cubrebocas, lavado frecuente de manos con agua y jabón”.
“Las personas asintomáticas o con un cuadro leve se mantendrán en cuarentena preventiva, y aquellas que presenten síntomas de gravedad serán atendidas en los hospitales de las ciudades en las que se encuentren”, indicaron las secretarías del Gobierno.
PUEDES VER: “El problema es doble”: Latinoamérica aplica dosis de refuerzo y África no tiene vacunas
La apertura al turismo de México ocurre mientras el país acumula más de 3,9 millones de casos y se acerca a las 300.000 muertes por COVID-19, la cuarta cifra más alta del mundo.
Pero el funcionario encargado de la pandemia, el subsecretario de Salud Hugo López-Gatell, argumentó este martes que se “sobreestima a la variante ómicron”, de la que solo hay 42 casos confirmados por el Gobierno.
“Nuestro país mantiene su política de solidaridad y fraternidad, así como el principio de no discriminación hacia todas las personas, por lo que las autoridades sanitarias y de turismo se mantienen pendientes para proporcionar asistencia médica necesaria a quienes nos visitan por motivos recreativos”, concluyó el comunicado.