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Bélgica amplia el teletrabajo y el uso de mascarilla ante repunte de COVID-19

El Gobierno insistió en que el país vive “una explosión” de infecciones y que “incluso personas vacunadas acaban en el hospital”.

larepublica.pe
Las autoridades belgas han endurecido las medidas contra el rápido aumento de contagios de COVID-19. Foto: composición/AFP

Bélgica endureció, el 17 de noviembre, sus medidas para contener una cuarta ola de COVID-19. Por tal motivo, anunció la vuelta al teletrabajo obligatorio cuatro días a la semana y la reintroducción del uso de las mascarillas en interiores y en caso de aglomeraciones al aire libre, pero evitó cerrar sectores o confinar a colectivos concretos como han hecho otros países europeos.

Las autoridades belgas también informaron que se suministrará una dosis de refuerzo de la vacuna contra el coronavirus a toda la población. La fecha a partir de la cual estará disponible se anunciará en las próximas semanas.

“Las decisiones no han sido fáciles de tomar, es decepcionante tener que adoptar medidas de nuevo, pero lo que hemos decidido es un mínimo”, declaró el ministro de Sanidad, Frank Vandenbroucke, quien insistió en que el país vive “una explosión” de infecciones y que “incluso personas vacunadas acaban en el hospital”.

La reunión sobre la gestión de la pandemia en Bélgica, en un inició, estuvo programada para el viernes 19, sin embargo, se tuvo que adelantar a este miércoles debido al empeoramiento de todos los indicadores.

Según recientes cifras del Instituto de Salud Pública Sciensano, entre el 7 y el 13 de noviembre se detectó una media de 10.283 nuevos contagios al día, lo que supone un aumento del 27% respecto a la semana anterior, mientras que los fallecimientos se incrementaron en un 11%, hasta los 25,6 de media.

Teletrabajo y mascarillas

A partir del 20 de noviembre y hasta el 13 de diciembre, el teletrabajo volverá a ser obligatorio durante cuatro días a la semana, mientras que desde el 13 de diciembre en adelante se podrá acudir a la oficina dos días a la semana.

Con esta medida, el Gobierno busca permitir descongestionar el transporte público y evitar contagios.

En tanto, la ampliación del uso de la mascarilla pasará a ser obligatoria en el interior de los establecimientos o lugares de ocio a pesar de que la persona cuente con el certificado covid.

Además, se rebajó de 12 a 10 años la edad a partir de la cual se exige llevar mascarilla en interior, si bien se deja margen a las autoridades regionales y locales para decidir cómo actuar en las escuelas.

“Creemos que es un deber que todo el que trabaja en la Sanidad debe vacunarse para protegerse a sí mismo, a sus pacientes y a sus colegas”, sostuvo el ministro de Sanidad.

Con información de EFE.