El Gobierno de Polonia, al cumplirse un año de la polémica sentencia que terminó por ilegalizar de facto el aborto en el país, planea restringir la educación sexual y la defensa pública de las diversidades sexuales. Con ese propósito, el Parlamento tiene previsto comenzar a debatir el 28 y 29 de octubre una reforma promovida por las mismas asociaciones ultracatólicas que impulsaron la prohibición de la interrupción del embarazo, anunciada hace un año y cuyo trámite parlamentario respalda el Estado.
Por su parte, el ministro de Educación, Przemyslaw Czarnek, prometió “hacer las escuelas más decentes” y no permitir, por ejemplo, menciones a “géneros no biológicos” en los libros de texto, según detalló la agencia EFE. El titular de dicha cartera respaldó incorporar “la visión de la vida y las enseñanzas de (el papa) Juan Pablo II”, así como convencer a las niñas de ideas machistas, como la de “tener una carrera” antes que un hijo, pues según argumentan “es peligroso y no es aquello para lo que fueron llamadas por Dios”.
Czarnek fue protagonista por sus declaraciones homofóbicas al llamar “desviados” a quienes asistieron a la Marcha del Orgullo de Varsovia.
La fundación “pro-life” (provida en español) y la conservadora Kaja Godek tienen propuestas LGTBfóbicas, como la prohibición de reuniones públicas y manifestaciones que defiendan el matrimonio entre personas del mismo sexo o reivindiquen derechos para estas personas, entre los que destacan adoptar infantes o que se reconozca su unión legal.
Estas medidas fueron producto de una iniciativa ciudadana que reunió más de 100.000 firmas con el fin de impedir que se “reivindiquen identidades de género no biológicas o se promueva la actividad sexual de los menores de 18 años”.
Este mismo mecanismo legal fue utilizado para ir contra los derechos de las mujeres y prohibir el acceso total a un aborto seguro en Polonia.