Michael Conroy, de 27 años, admitió ante el Tribunal del Sheriff de Airdrie en Escocia, tras un proceso de más de tres años, su responsabilidad sobre la muerte de su pequeña hija de 19 meses, quien fue encontrada sin vida en su cuna, luego de que el hombre y su pareja no la atendieran por jugar videojuegos y ver televisión.
Según información de los medios locales, los padres dejaron a la bebé sola en su habitación y se desentendieron de ella. Ambas personas estuvieron usando el televisor y jugando juegos en sus teléfonos hasta las 6.30 a. m. y se fueron a dormir. Despertaron por la tarde, alrededor de las 5.30 p. m., y cuando se alistaban para ir a visitar al padre de la mujer, descubrieron que la menor estaba blanca y con vómito en la boca.
Kirsty Boyle, madre de la niña, se comunicó con la central de emergencias. Los paramédicos llegaron a la casa y aunque trataron de reanimar a la bebé, no pudieron hacer nada para salvarla.
Durante la comparecencia de Conroy, se supo que en los días anteriores a la muerte de la bebé, esta no había recibido alimentos ni bebidas necesarias. Además, la pequeña estuvo expuesta a píldoras que son usadas como sedantes, ya que fueron halladas en la cuna.
Ante la corte que vio el caso, Michael Conroy se declaró culpable por la muerte de la niña a causa de su irresponsabilidad. En tanto, a Kirsty Boyle, quien también enfrenta los mismos cargos, todavía no se le ha aceptado la declaración de culpabilidad.
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La madre dijo que no escuchó a la bebé en ese momento y “asumió que estaba dormida”.
El hecho ocurrió en 2017 y siguió un proceso de más de tres años. Michael comparecerá nuevamente en el mes de noviembre para recibir sentencia por la muerte de su hija.