Este domingo 19 de septiembre, el socialdemócrata Olaf Scholz se consolidó como el favorito para suceder a la canciller alemana Angela Merkel, al imponerse en el último gran debate televisado entre los tres principales candidatos a una semana de las elecciones legislativas.
Olaf Scholz, actual ministro de Finanzas y vicecanciller, se impuso en el debate de la noche del domingo frente al conservador Armin Laschet y la ecologista Annalena Baerbock, según un sondeo de la empresa Forsa, que le atribuyó 42% de opiniones favorables tras la contienda.
El socialdemócrata de 63 años, sin gran carisma, venció también en los debates previos, presentándose como un gestor tranquilo y experimentado, cualidades esenciales para los alemanes.
Los tres candidatos discutieron entre otros aspectos sobre la justicia social, el clima, la crisis del coronavirus y, relacionado con la pandemia, de la situación de las profesiones asistenciales, de seguridad interna y de digitalización.
En muchos temas, Olaf Scholz y Baerbock atacaron en bloque al candidato conservador, y mientras el primero se limitó a no cometer fallos, la segunda esgrimió argumentos desde su posición de partido en la oposición, mientras el tercero defendió a lo largo de todo el debate la necesidad de una “economía fuerte”.
En materia de justicia social, Scholz y Baerbock coinciden en elevar el salario mínimo a 12 euros la hora, mientras Laschet considera que hay que incluir en el proceso a los agentes sociales y prefiere que la política contribuya en general a un mayor crecimiento y a crear puestos de trabajo.
Scholz y Baerbock defendieron asimismo elevar las cargas fiscales a los ingresos altos en favor de los ingresos medios y bajos, a lo que Laschet respondió que “el gran problema de la pobreza es que la gente no tiene trabajo”.
En el tema del clima, Baerbock señaló que sólo hay dos opciones: seguir con la misma línea de la “gran coalición de gobierno entre conservadores y socialdemócratas” u optar por un “gobierno climático”.
El único punto en el que coincidieron los tres candidatos fue en el tema de la pandemia, en particular en la necesidad de avanzar en la vacunación y en mantener abiertas las guarderías y escuelas.
Baerbock y Laschet sacaron asimismo el tema del lavado de dinero en relación con las investigaciones contra el departamento antiblanqueo adscrito a Aduanas, dependiente a su vez del Ministerio de Finanzas y la comparecencia mañana de Scholz ante una comisión parlamentaria a petición de la formación ecologista.
En la pregunta recurrente sobre las posibles coaliciones de gobierno, Baerbock y Scholz dejaron claro que quieren ver al bloque conservador en la oposición.
La candidata ecologista dijo no descartar “entre demócratas” ninguna coalición y consideró sensato que todos los partidos democráticos dialoguen, aunque un verdadero cambio, agregó, necesita un Gobierno liderado por los verdes y a los conservadores, que representan una “política del pasado”, en la oposición.
Olaf Scholz, por su parte, descartó claramente una coalición con la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) y señaló su preferencia por los verdes en una futura coalición de gobierno, al tiempo que se mostró convencido de que los ciudadanos quieren ver, “después de tantos años”, a los conservadores en la oposición.
La encuesta más reciente difundida ayer por el instituto demoscópico INSA y realizada entre el 13 y el 17 de septiembre sitúa a los socialdemócratas en primer lugar, con el 26 % de los votos, seguidos del bloque conservador, con el 21%.