Las mujeres en China nunca han tenido el camino fácil para denunciar los abusos sexuales que sufren a diario. Sin embargo, el movimiento feminista #MeToo, que detonó en Estados Unidos y Europa tras las denuncias al productor cinematográfico de Hollywood, Harvey Weinstein, dio luces de esperanza para que las sobrevivientes de este tipo de violencia machista puedan levantar la voz. Por ello, Zhou Xiaoxuan (más conocida en redes sociales como Xianzi) denunció hace tres años el abuso sexual que sufrió en 2014 cuando era becaria en una cadena de televisión. No obstante, siete años después este caso fue desestimado.
El denunciado era Zhu Jun, un conocido presentador de la televisión pública china que, según el testimonio de la joven, la besó a la fuerza y la manoseó. Ante lo ocurrido, Zhou, que en aquel entonces tenía 25 años, intentó denunciarlo, pero desistió cuando la Policía le informó que, debido a su popularidad y fama, no podría hacer nada contra él. Fue entonces que difundió la denuncia en redes sociales, donde se hizo viral.
Este primer testimonio provocó una oleada de denuncias similares en las que muchas mujeres contaron casos de abusos sexuales que habían sufrido, por lo que fue considerado el primer caso conocido de #MeToo en China. Debido a que este se volvió mediático, los diversos juicios por el caso Zhou-Zhu que se realizaron en los últimos tres años fueron seguidos por una gran multitud de personas, quienes además realizaban protestas en las puertas de los juzgados.
No obstante, el martes 14 de septiembre, un tribunal desestimó el caso argumentando falta de pruebas que corroboraran los hechos. “La evidencia proporcionada por la demandante Zhou fue insuficiente para probar su argumento de que fue acosada sexualmente por el acusado Zhu”, difundió el Tribunal Popular del Distrito de Haidian de Beijing en un comunicado, agregando que el caso “no pasará a juicio”.
“No puedo hacer nada más. Estos últimos tres años de mi vida han sido tan duros, no puedo hacer otros tres años”, declaró Xiaoxuan tras el juicio. De igual forma, afirmó que tiene intención de apelar la decisión.
China adoptó en el 2020 una nueva legislación anti acoso, pero son pocas las personas que se animan a denunciar. Según una ONG local que atiende estos casos, solo 34 de las más de 50 millones de sentencias judiciales entre 2010 y 2017 entran dentro de la clasificación de acoso sexual. De todos ellas, solo dos fueron presentadas por víctimas que denunciaron a presuntos acosadores, aunque desestimados por “falta de pruebas”.
Diversos medios han difundido que el Gobierno chino ha comenzado a cerrar en los últimos años cuentas vinculadas al #MeToo y de activistas feministas con el fin de que no se difundan las denuncias de abuso sexual en redes sociales. Entre aquellas cuentas bloqueadas se encuentra la de Zhou en la red social Weibo.