Dos días después de tomar el poder en Afganistán, el grupo Talibán declaró una “amnistía general” para todos los funcionarios públicos e instó a las mujeres a participar en el nuevo Gobierno. Sin embargo, miles de afganos intentan huir del país y otros aguardan en sus casas ante el temor que despiertan los extremistas.
Mientras Afganistán continúa en la mira de la comunidad internacional por el caos que se desencadenó en el aeropuerto de Kabul tras la toma del Talibán en el país, el grupo insurgente anunció este martes 17 de agosto una “amnistía general” para todos, en especial a los funcionarios públicos, a quienes conminaron a regresar a sus puestos de trabajo.
“Se ha declarado una amnistía general para todos, (…) por lo que deben reanudar su estilo de vida en plena confianza”, anunció Enamullah Samangani, miembro de la comisión cultural de los talibanes, en la televisión estatal afgana, tomada por los extremistas desde su llegada a Kabul el domingo 15 de agosto.
Desde que entraron a la capital de Kabul, tras una ofensiva rapidísima que en solo 10 días les hizo controlar casi todo el país y provocó la huida del presidente Ashraf Ghani, los talibanes han multiplicado gestos en apariencia tranquilizadores.
Este martes, la vida se reanudaba poco a poco en Kabul. Muchas tiendas reabrieron y el tráfico volvía a ser intenso y había gente en las calles. Los talibanes organizaban la circulación en las calles e instauraron puestos de control.
Sin embargo, los habitantes de la capital tienen miedo, sobre todo las mujeres, que en su mayoría no se arriesgan a salir a las calles. Cuando el Talibán ejerció el poder entre 1996 y 2001, los talibanes impusieron una visión rigurosa de la ley islámica: las mujeres no podían trabajar ni estudiar.
No podían salir de sus hogares sin un mahram —tutor masculino— y debían cubrirse el cuerpo de la cabeza a los pies con un burka, entre otras prohibiciones e imposiciones medievales.
Mujeres totalmente cubiertas en Afganistán. Foto: AFP
El lunes 16 de agosto, el presidente Joe Biden defendió la retirada de las tropas estadounidenses de Afganistán, una decisión criticada ampliamente por el poco margen que tuvieron las fuerzas afganas de conservar el control, un vacío que los talibanes aprovecharon y ocuparon en tiempo récord.
Además de anunciar una amnistía, los talibanes señalaron que no quieren que “las mujeres sean víctimas” y que “deben estar en la estructura del Gobierno de acuerdo con la ley islámica”. Sobre la propuesta, Rupert Colville, portavoz del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, respondió que “tales promesas deberán ser cumplidas”.
El lunes 16 de agosto se vieron imágenes de personas intentando subir a los aviones para abandonar Afganistán. Foto: BBC
Pero la promesa no fue sustentada, ya que aún las negociaciones con los líderes políticos siguen en curso para determinar quiénes van a gobernar el país. Otros líderes talibanes han manifestado que no se vengarán de aquellos que trabajaron con el Gobierno afgano y los países de la comunidad internacional.
Con información de EFE y AFP.