A partir de la próxima semana, Israel pedirá prueba de descarte de COVID-19 a niños de entre 3 y 11 años de edad para acceder a colegios, piscinas, hoteles o gimnasios, en medio de una nueva ola contagios a causa de la propagación de la variante Delta, detectada por primera vez en India.
Por ello, el primer ministro Naftali Bennet indicó que el Gobierno financiará los test de detección del nuevo coronavirus en ciudadanos y ciudadanas de dicho rango etario desde el miércoles 18 de agosto.
Esta medida para contener las infecciones se suma a otra introducida a finales de julio que autoriza a las autoridades de Israel para poder solicitar a los mayores de 12 años un pase de vacunación, prueba de descarte o un documento que certifique recuperación de la enfermedad causada por el nuevo coronavirus a fin de ingresar a determinados recintos.
Con información de AFP.
La exitosa campaña de vacunación en la nación asiática abarca a todos los mayores de 12 años, así como a niños de entre 5 y 11 años con comorbilidades frente al SARS-CoV-2. De acuerdo con el portal Our World in Data, la nación asiática cuenta con 5,41 millones de individuos con la pauta completa de inmunización, que representa al 59,8% de la población total.
Sin embargo, en las últimas semanas, los contagios en Israel oscilaron entre los 4.000 y 6.000, números que no se registraban desde febrero del presente año. Ante ello, las autoridades sanitarias aprobaron la aplicación de una dosis de refuerzo.
La mencionada disposición inició en julio con los adultos mayores de 60 años. Dos semanas después, las brigadas inocularon una inyección adicional a más de 770.000 israelíes.